Además, es una de las gaviotas anilladas que se encuentran por la zona, aunque la anilla estaba tan deteriorada por el fuel que no se podía reconocer; si la vemos de cerca podemos ver el alcance de la contaminación que afecta al pobre animal.
Durante todo el tiempo que la vi estuvo haciendo lo que veréis en el siguiente video, intentando limpiarse.
Esto le producía una sequedad tremenda, de forma que cada cierto rato se acercaba al río para beber.
Seguramente esta gaviota se habrá ensuciado a causa de un "sentinazo", un vertido al mar de las aguas sucias de algún buque o barco pesquero. Las aguas de sentina, que contienen todos los líquidos aceitosos procedentes de pequeñas pérdidas en tuberías o bombas, deberían recogerse en puerto para su depuración, pero muchas veces se vierten directamente a la mar. Se ha calculado que la suma total de estos pequeños
vertidos supera a grandes catástrofes como la del Prestige
Además de la anterior había otras gaviotas contaminadas, aunque bastante más levemente, que eso sí, no hacían más que limpiarse, como esta otra cabecinegra:
O también algunas gaviotas patiamarillas y sombrías.
El fuel hace que el plumaje quede contaminado y pierda su capacidad de aislar al ave del frío y la humedad; además al limpiar las manchas las aves se intoxican gravemente. El futuro que les espera, especialmente a la primera cabecinegra, no es muy halagüeño.
No son éstas las únicas amenazas que penden sobre las aves marinas, en general, y sobre las gaviotas en particular. Otra muy seria son los accidentes con las artes pesqueras. El mes pasado pude ver un joven de gaviota patiamarilla con una herida en el pecho causada por un anzuelo que tenía clavado.
Y no es raro observar ejemplares con sedales colgando de la boca.
En especies abundantes como las gaviotas el impacto no es excesivo, pero sí lo es en otras especies más amenazadas como el cormorán moñudo o los álcidos.
