Desde que probé el pesto me dejó encandilada y no hago más que repetirlo, sobre todo el de albahaca y pistachos, tengo que atarme las manos para no comerlo a cucharadas, jejeje.
Pensando en tunear esta típica salsa italiana se me ocurrió hacerlo con zanahorias, que me encantan. Miré para el jamón, ese que hace semanas nos tocó en la rifa de la fiesta y ahí sigue haciéndonos felices y... por qué no?... alegré también este pesto con él.
El resultado no pudo ser más satisfactorio. Lo serví para mojar las galletas saladas de parmesano y albahaca, con brécol salteado y en alguna preparación más que ya os enseñaré.
INGREDIENTES:
- 2 zanahorias grandecitas
- 50 gr. de jamón serrano
- 20 gr. de almendras
- 30 gr. de parmesano
- 1 diente de ajo
- 1 cucharada de orégano
- 50 gr. de aceite de oliva
- pimienta
- sal
PREPARACIÓN:
Pelamos y lavamos las zanahorias. Las cortamos en dos o tres trozos y las cocemos unos 5 minutos para que ablanden un poco. Las dejamos escurrir.
Las ponemos en el vaso de la batidora con el jamón en trozos, las almendras, el parmesano rallado, el diente de ajo y la cucharada de orégano. Batimos y añadimos el aceite, podemos variar la cantidad según la consistencia deseada y el uso que le vayamos dar. Ponemos un toque de pimienta y sal si hiciera falta, porque el jamón ya es salado, y lo disfrutamos como más nos guste!