La Laurel es una calle céntrica de Logroño que es famosa por todos los bares que hay en ella. Y cada bar se caracteriza por un pincho, a cual más exquisito. En vacaciones de verano, cuando vamos a la aldea a veranear siempre un día cae ir a la ciudad a tomar algo a La Laurel. Y el pincho que más me gusta es este, le he intentado imitar, y claro está, no he dado con el truco principal, como suele pasar. Aunque quedan riquísimos para hacer en casa. Esta es mi versión.
Con este rico aperitivo quiero participar en el concurso de Ana y su blog A freír espárragos que nos hace una propuesta de presentar un aperitivo. Aquí está el mío, nada historiado, sano, rico y barato. Hoy acaba el plazo así que si queréis participar daos prisa.
Las cantidades que he utilizado son para seis pinchos.
INGREDIENTES
-18 champiñones
-seis gambas congeladas peladas
-6 rodajas de pan algo gruesas
Para la vinagreta (sobrará, se puede conservar en la nevera para más veces)
-100ml. de aceite de oliva
-25 ml. de vinagre corriente
-1/2 cucharadita tamaño moka de ajo picado
-1/2 cucharadita tamaño moka de sal
PREPARACIÓN
Limpiamos los champiñones quitando el tronco y dejando solo el sombrero. cuando los tengamos todos limpios, los lavamos bien bajo el grifo.Los ponemos en una fuente y rociamos con unas gotas de limón para que no se oxiden y se pongan negros.
En un bol ponemos los ingredientes de la vinagreta y movemos muy bien para que ligue. En una plancha o sartén amplia ponemos un chorrito de aceite, no mucho, como tres cucharadas soperas y ponemos al fuego que se caliente bien. Cuando esté bien caliente ponemos los champis con los sombreros boca abajo y a fuego moderado para que se hagan pero que no se tuesten demasiado. Les ponemos algo de sal.
A los tres minutos más o menos les damos la vuelta con dos tenedores y dejamos que se hagan por este lado y al mismo tiempo ponemos las gambas descongeladas y lavadas para que se hagan al mismo tiempo. Al ser pequeñas no tardan casi nada en hacerse. Ponemos algo de sal por este lado también.
Cuando casi estén en su punto rociamos los champiñones con unas cucharadas de la vinagreta preparada. Mientras, cortamos unas rodajas gorditas de pan y las disponemos en una fuente. Pinchamos los champiñones procurando poner uno grande, uno mediano y uno pequeño. Y a continuación lo pinchamos en la rodaja de pan. Rociamos con otro poco de vinagreta por encima y servimos bien caliente.
Desde luego, ni que decir tiene que están mucho más buenos en el bar de la calle Laurel, por si me está viendo el dueño jeje, pero es una forma casera de prepararlos en casa en Madrid. Espero que os guste!