Pollo Guisado con Cuarenta Dientes de Ajo y Hierbas Aromáticas

Mirando libros de cocina, me encontré con la receta de este pollo y me pareció muy novedosa,
pero buscando por la red, he comprobado que la receta es bastante conocida.
Al principio, dudé en utilizar esta cantidad tan exagerada de ajos, pero al fin decidí darle un voto de confianza,
y el resultado ha sido sorprendente.
El sabor a ajo es bastante suave (es mucho más potente el pollo al ajillo, por ejemplo) y la salsa es exquisita:
densa como si fuera una mayonesa,
y con una combinación de sabores que le proporcionan las hierbas aromáticas, fabulosa.
Se suele preparar con caldo de pollo, pero yo lo cambié por sidra asturiana, para hacer honor a mi tierra,
y el resultado final es exquisito.
Ya lo he preparado en varias ocasiones, y en casa pasó a ser uno de los platos más demandados :-)

- 1 pollo sin deshuesar y sin piel
- 2 cebollas, cortadas en cuartos
- 40 dientes de ajo, pelados y machacados
- 3 ramitas de romero fresco (sólo las hojas), finamente picadas (unas 2 cdtas).
- 4 ramitas de tomillo fresco (sólo las hojas), finamente picadas (como 1 cdta.).
- 1/2 botella de sidra asturiana (350 ml)
- un puñado de horas de perejil fresco
- sal y pimienta recién molida

- Salpimentar el pollo y dorarlo en la cazuela con un poco de aceite de oliva.
- Sacar el pollo y en el mismo aceite, dorar un poco las cebollas y los ajos a fuego medio con cuidado de no quemar los ajos.
- Cuando la cebolla y los ajos estén dorados, agregar el romero y el tomillo, añadir la sidra y dejar unos minutos para que se evapore el alcohol.

- Incorporar el pollo, tapar la cazuela y dejar cocer suavemente hasta que la carne esté bien tierna.
- Cuando el pollo esté listo, pasarlo a una fuente y cubrirlo con papel de aluminio para mantenerlo caliente.
- Verter todo lo que queda en la cazuela en una batidora o robot de cocina y triturarlo hasta que quede una salsa homogénea.
- Añadir el perejil y el jugo que haya soltado el pollo en el reposo, y rectificar de sal si fuera necesario.
- Servir el pollo acompañado de la salsa en salsera y la guarnición que guste. En este caso, son unas patatas cajún en microondas