(EFE, Varsovia, 29/09/2010)
Polonia busca fondos en España y Latinoamérica para financiar la conservación del campo de exterminio de Auschwitz, un recinto que se deteriora peligrosamente y que ahora necesita con urgencia dinero para seguir siendo el testimonio vivo de la barbarie nazi.
"Sería vergonzoso permitir que el campo de concentración desaparezca", explicó hoy a Efe el director de la fundación Auschwitz-Birkenau, Jacek Kastelaniec, responsable de la iniciativa internacional puesta en marcha para evitar la destrucción de los edificios y objetos que forman el museo del campo, amenazados por la nieve, el agua y, sobre todo, el transcurrir de los años.
"Creemos que en España existe una conciencia de la importancia de Auschwitz como un símbolo, así que esperamos que el Gobierno español participe", señaló Kastelaniec, que en octubre viajará a Madrid para reunirse con representantes del ministerio de Exteriores y con organizaciones privadas.
En diciembre, Kastelaniec y su equipo visitarán Argentina y Brasil, donde también son optimistas a la hora de recaudar fondos para mantener lo que queda del campo de concentración y de los contenidos del museo, donde se muestran más de 100.000 objetos incautados a los prisioneros, documentos o macabros recuerdos como montañas de pelo de los que perdieron su vida entre sus alambradas.
Un ejemplo de esa degradación que avanza inexorable se encuentra en el campo de Birkenau, donde el público sólo puede visitar unos pocos barracones de presos, a pesar de que diez años atrás el 90 por ciento de estos edificios estaban abiertos a los turistas.
El objetivo de la fundación Auschwitz-Birkenau es reunir 120 millones de euros antes del final de 2015, un dinero que se invertirá en un fondo seguro para que genere unos intereses anuales de entre cuatro a cinco millones de euros, justamente la cantidad necesaria para abordar cada temporada las reformas más necesarias.
"Tras contar con esa cantidad ya nunca volveremos a realizar más peticiones, sino que gestionaremos el dinero para que sus beneficios nos permitan cubrir los costes", apuntó.
Alemania ya ha prometido entregar 60 millones de euros, Austria seis y Estados Unidos doce, por lo que ahora son el resto de países democráticos los que deben dar el paso para proteger "el símbolo de lo que no debe volver a suceder".
"Hay que tener en cuenta que en nuestras sociedades, aunque son estables y democráticas, existe todavía racismo, antisemitismo e intolerancia, por eso es importante preservar para el futuro un lugar como Auschwitz, donde las próximas generaciones puedan ver los errores del pasado", añade Kastelaniec.