(Varsovia, 18/11/2010, EFE)
El presidente polaco, Bronislaw Komorowski, afirmó hoy la mejora de las relaciones entre la OTAN y Rusia no debe suponer una reducción de la seguridad para los países de Europa del Este.
Este mensaje llega un día antes del comienzo de la decisiva cumbre de Lisboa, en la que la Alianza Atlántica debe definir su nueva estrategia para la próxima década, con un acercamiento a Moscú como una de las prioridades.
"La OTAN garantiza en régimen de igualdad la seguridad de cada miembro", recordó el presidente polaco en referencia al artículo cinco del tratado de Washington, que garantiza la mutua defensa en caso de ataque a un estado integrante de la organización.
Para Komorowski, este régimen de igualdad bajo el paraguas de seguridad de la OTAN también debe de tener en cuenta las circunstancias que derivan de la localización geoestratégica de cada país miembro, lo que hace que las garantías de seguridad difieran entre los miembros occidentales y orientales.
El secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, afirmó hace dos días en Varsovia que si la organización quiere "seguir adelante deberá ir más lejos que nunca, lo que significa favorecer tanto como sea posible la colaboración con Moscú".
"Es hora de que la OTAN y Rusia dejen de mirarse el uno al otro con recelo", dijo entonces Rasmussen, quien mostró su satisfacción por la decisión del presidente ruso, Dimitri Medvedev, de asistir los próximos días 19 y 20 de noviembre a la cumbre de Lisboa.