(19-03-2011, Intereconomía.com)
El temor a la crisis nuclear japonesa ha hecho que los ciudadanos del país disparen la demanda de este compuesto, que no permite la formación de cáncer tiroideo en caso de que haya contaminación radioactiva. Durante la crisis de Chernóbil, en 1986, las autoridades distribuyeron un jarabe de yodo de forma masiva.
Las farmacias de varias ciudades polacas se están quedando sin yodo porque la población está aprovisionándose de esta sustancia por temor a que la crisis nuclear japonesa provoque una catástrofe similar, como mínimo, a la de Chernóbil.
Las autoridades polacas han reiterado que no existe peligro alguno, ya que las centrales afectadas de Japón se encuentran al otro lado del mundo, pero el recuerdo de lo ocurrido en 1986 con Chernóbil ha provocado el pánico en la población.
Durante la crisis de Chernóbil las autoridades distribuyeron un jarabe de yodo de forma masiva, el mismo que ahora los polacos piden en las farmacias. “Nos hemos percatado de un aumento de la demanda de jarabe y pastillas de yodo. Ya no están disponibles, no nos quedan”, ha explicado el dependiente de una farmacia de Varsovia en declaraciones a la cadena Polsat News.
Los expertos han advertido ya de que no hay motivos para preocuparse en Polonia y de que la ingestión sin control de estos medicamentos puede ser peligrosa.
“Estas medicinas tomadas sin consultar anteriormente con un médico pueden provocar graves efectos secundarios. Si hay un riesgo, informaremos a la población y todos tendrán sus medicamentos”, ha afirmado un portavoz de la Cámara de Sanitarios y Dentistas, Maciej Hamankiewicz.