Cada vez se está poniendo más complicado esto de observar aves en la costa. Ayer, a pesar de llegar relativamente temprano a Bañugues, ya estaba la playa completamente llena de perros con sus respectivos amos. A pesar de que la marea estaba en bajamar, y de que hay bastante arenal para que los perros corran y se desahoguen a gusto sin molestar a las aves, lo primero que hacen es ir a la orilla, por lejos que éste, a espantar todo lo que se mueva por allí. Como ya comenté en otras ocasiones, no queda más remedio que ir los días de lluvia y viento, que es casi la única opción que queda para ver alguna cosa.
En fin, que a pesar de todo me dio tiempo a ver que por la playa sigue nuestra pequeña gaviota kumlieni de primer invierno, la vi integrada en el último grupo de unas 20 gaviotas que quedaba en la orilla, un minuto antes de ser espantadas convenientemente. También la vieron los amigos Laure y Yoli que se acercaron por allí un poco después. El día anterior también la había localizado, con un día horrible de nubes y de luz, y pude obtener alguna foto testimonial.
También parece que continúan las dos gaviotas de Delaware de primer invierno. El pasado lunes día 24 pude observarlas a ambas, extrañamente en un día de sol. Aquí van unas fotos donde se pueden apreciar bien las diferencias entre ellas.
Y esta de un momentín donde coincidieron las dos juntas.
El día que vi la kumlieni (jueves 28) se encontraba un gran bando de gaviota sombría en la playa, entre 500 y 600 aves, el mayor que he visto esta temporada, que indica que la migración de esta especie sigue fuerte.
Y un par de minutos entró un grupo de 3 charranes patinegros Sterna sandvicensis en la ensenada, parece ser que ese día se detectó una migración apreciable en otros puntos de la costa como cuenta el compañero Migue en su blog.