Estamos muy acostumbrados a leer y a oír; ¡Pierda peso fácilmente!, ¡quítese esos kg de más!, baje peso rápidamente y sin esfuerzo, etc. Y si es verdad que la alimentación que llevamos, la influencia social, las prisas que tenemos para todo, poco tiempo para cocinar, desconocimiento de las propiedades nutricionales y la importancia de la alimentación para poder tener salud, trabajar y disfrutar con energía, descansar, etc. nos conlleva a no comer bien.
Pero si que nos ha quedado claro, que las grasas son malas, que son muy saludables los productos light y bajos en grasas y cuáles son los alimentos que contienen grasa. Pero todo no es así, pues también las grasas son buenas, tienen grandes beneficios y son necesarias, lo importante es en qué cantidad.
Un exceso de grasa u obesidad puede conllevar
- Mayor esfuerzo cardíaco, ya que ha de bombear una sangre más rica en grasa y a largo plazo posibilidades de padecer un infarto.
- Mayor riesgo de sufrir diabetes ya que los niveles de azúcar en sangre se desequilibran y la secreción de insulina no es suficiente o aparece una resistencia de las células hacia la glucosa.
- Mayor riesgo de padecer hipertensión ya que la presión arterial aumenta, junto con dolores de cabeza.
- Mayor riesgo de hígado graso, ya que pueden almacenarse más grasas de los debido en el hígado y poder desembocar en una inflamación de éste.
- Mayor riesgo de cálculos biliares, ya que la composición de la bilis se puede alterar y aumentar la densidad de ésta.
- Mayor cansancio físico.
Un déficit de grasa puede conllevar
- Alteración de la temperatura corporal.
- Alteración de las vitaminas liposolubles, que son la vitamina A, E, K y D y todas las funciones que éstas tienen.
- Alteraciones de la membrana de la célula, ya que ésta está compuesta por grasa.
- Disminución de la protección de muchos órganos del cuerpo como el riñón, el corazón, el hígado, etc.
- Disminución de la producción de hormonas, especialmente las sexuales.
Querer adelgazar o bajar peso, está bien, pero no disminuyendo nuestra salud, pues existen muchas dietas que por ser rápidas y efectivas son nefastas para nuestra salud. Pues la mayoría retiran alimentos de la alimentación y por ello se convierten en dietas desequilibradas. Muchas de ellas se basan en un exceso de proteínas (como la dieta Dukan, Atkins, etc.) y una ausencia de grasas, acumulando así un gran número de toxinas en el organismo, un envejecimiento más rápido de las células y favoreciendo la aparición de celulitis.
Si se necesita, pongamos a dieta pero con una alimentación equilibrada para que no tengamos ninguna carencia de nutrientes, para que podamos llevar nuestro ritmo diario con energía, para que no pongamos la responsabilidad en un solo producto y no aprendamos a comer, para que vayamos cambiando nuestros hábitos alimentarios y aprendamos nuevos platos y lo más importante tener paciencia, pues el cuerpo no es una máquina e irá bajando peso poco a poco e irá adaptándose a las nuevas necesidades.
¡Adelgazemos con cabeza!
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