Lo cierto es que este descenso en el número de porrones invernantes no es un hecho exclusivo de La Granda, sino algo general en el conjunto de Asturias. Estos patos buceadores prefieren las grandes masas de agua con abundante vegetación acuática, y estos humedales no son frecuentes en nuestro territorio. Y en los pocos que hay las molestias humanas se han multiplicado durante los últimos años.
