El PRALINÉ no es más que una crema de frutos secos garrapiñados. Puede hacerse de cualquier fruto seco aunque suele ser de almendras, de avellanas o de una combinación de las dos. El praliné es difícil de encontrar en el mercado y cuando se encuentra suele resultar algo caro. Hacerlo casero es muy sencillo y rápido y además está infinitamente más bueno porque es más natural. Para calcular las cantidades sólo hay que saber que hay que emplear la misma cantidad de azúcar que de frutos secos. Y lo demás ya viene rodado!
♥ Ingredientes:
- 100 gr. de almendras
- 100 gr. de avellanas
- 200 gr. de azúcar
1. En una sartén a fuego medio echamos el azúcar, las avellanas y las almendras. Cuando empiece a fundirse el azúcar vamos removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera para que no se nos pegue ni se nos queme y los frutos secos queden bien impregnados con el caramelo y tostados por ambos lados.
2. Pasados 2 o 3 minutos obtendremos un caramelo y unos frutos tostados. Una vez que esto suceda, apagamos el fuego y vertemos todo sobre un papel sulfurizado de hornear.
3. Cuando se haya enfriado bien rompemos los frutos garrapiñados en varios trozos y los echamos en una picadora. Primero saldrá un polvo fino y poco a poco gracias a los aceites esenciales de los frutos se convertirá en una crema.
El praliné se puede utilizar para muchísimas creaciones pasteleras, desde el famoso Paris Brest a bombones o simplemente resulta delicioso untado en unas tostadas.
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