El limón es una fruta cítrica la cual, al tiempo que
mejora el sabor de las comidas o
apaga la sed,
mejora el rendimiento físico e intelectual y
refuerza las defensas del organismo.
Nuestro país es uno de los
mayores productores del mundo y
Murcia ocupa un lugar más que destacado.
Se dice que el murciano a todo le pone limón, será porque es un hombre sabio…
El limón tiene como uno de sus atributos el
aroma, que junto con su
peculiar sabor y sus
características nutricionales, lo convierten en un
fruto excepcional.
Se
diferencian del resto de frutas que habitualmente consumimos por su propia acidez (pH2,5), su escasa presencia de proteínas y grasas, así como el bajo contenido de hidratos de carbono; su
contenido energético es
muy bajo. Estos aspectos son interesantes por cuanto representa un alimento con elevada
densidad de micronutrientes.
Sin duda, el nutriente más conocido y abundante en los cítricos en general, y en el limón en especial, es la
vitamina C. Se trata de una vitamina muy particular, está considerada como un
antioxidante, y el hombre es incapaz de sintetizarla por el mismo. Al ser una vitamina hidrosoluble,
se aconseja su ingesta en nuestra dieta diaria, mediante
alimentos crudos,
hortalizas y
frutas frescas, debido a su alta sensibilidad a los agentes físicos y químicos.
En lo referente a elementos químicos es de señalar el
elevado contenido en potasio y también el
bajísimo contenido en sodio, esta
relación a favor del primero lo hacen
muy interesante como complemento en nuestra dieta (con excesivo consumo de sal).
El limón, gracias a sus características nutricionales, encuentra una serie de aplicaciones tanto dietéticas como terapéuticas.
Indicaciones y propiedades dietéticas y terapéuticas
En el deporte,
favorece el equilibrio hídrico. El limón resulta muy apropiado por su contenido en vitamina C y potasio, mejora el gusto de la bebida, estimula a beber y compensa la perdida de potasio al sudar.
En general, el consumo de limonada contribuye a cubrir las necesidades de vitamina C y garantiza simultáneamente una adecuada
hidratación del organismo.
Que tu medicina sea tu alimento, que tu alimento sea tu medicina. Hipócrates
Dentro de las pautas de una alimentación saludable, variada y placentera, y desde un punto de vista terapéutico, realizamos un pequeño recorrido por algunas patologías comunes donde el limón puede contribuir a su mejora.
Obesidad: tomar limón es una de las formas, menos energéticas, de tomar la vitamina C, la cual necesitamos ingerir, evitando así el consumo de frutas más dulces, además su zumo puede sustituir otros aderezos mucho más calórico.
Hipertensión arterial: una rica dieta en potasio, favorece la evacuación urinaria del sodio, mejorando la presión arterial. Agregar zumo de limón a las verduras y hortalizas sirve de sustituto a la sal, cuando se debe reducir su consumo.
Anemia: el limón, por su alto contenido en vitamina C, es un activador para la absorción del hierro en las comidas.
Resfriados y gripes: Desde hace mucho tiempo se viene considerando la vitamina C, como un protector contra los resfriados y la gripe. Su consumo diario puede que sea, probablemente, una de las mejores formas de garantizar la cobertura de las necesidades de esta vitamina, y contribuye a mantener nuestras defensas en estado óptimo.
Fumadores: recientemente se ha puesto de manifiesto que los fumadores hacen una utilización por encima de lo normal de vitamina C para intentar neutralizar una gran cantidad de radicales libres generados por el tabaco. El zumo de limón puede ayudar a aumentar la ingesta de vitamina C para hacer frente al aumento de sus necesidades.
Cicatrizante: Un aporte de vitamina C adecuado, es importante para el buen funcionamiento de la piel y su correcta cicatrización.
Por este motivo, en lo se refiere a cosmética y cuidados corporales, una de las funciones conocidas de la vitamina C es su participación en la síntesis de la proteína del colágeno, que es básica en la piel
. La aplicación tópica de la vitamina C o productos que la contengan
es claramente
beneficiosa para ella: en el tratamiento de arrugas, para pieles grasas, pecas, grietas en las manos, acondicionador del cabello, picaduras de insectos, entre otros.
El limón en nuestra cocina
Como
aromatizante forma parte de nuestra cultura gastronómica, interviene en la confección de salsas y en la elaboración de postres.
Se utiliza tanto
el zumo de limón, como
su corteza.
Agregar zumo de limón a otras
frutas, o
verduras cocidas,
realza el sabor aumentando su
contenido en vitamina C.
El
zumo de limón junto con plantas aromáticas y especies, puede ser utilizado en
maceraciones de carnes y pescados.
En la
elaboración de mayonesas es un buen sustituto del vinagre; si se le añade el zumo de limón al huevo antes que el aceite, la cantidad de zumo que se puede incorporar es mayor que si se incorpora en el batido.
En la
cocción de hortalizas, la adición de unas gotas de limón a mitad de la cocción
protege las vitaminas hidrosolubles contenidas en estos alimentos.
Como conservante, debido a su bajo pH, es un
buen conservante de alimentos.