No voy a generalizar, aunque es algo que me encanta porque la gente se molesta y a mí a dos cosas en este mundo por las que mato: Bailotear flamenco desnuda con las ventanas de par en par y cabrear a la gente. Me gusta, me gusta tanto como el cocido madrileño.
Y decía que no voy a meter a todas las mujeres en este saco, pero sí a muchas de ellas. ¿Qué hacemos las mujeres cuando quedamos en grupo a ver el partido de fútbol del momento? No os engañéis, lo que hacemos es hablar, charlar, alcahuetear mientras tomamos un vermut. Nos fijamos más en la gente de las gradas, si está o no está Ana Boyer con su madre Isa o si a Xabi Alonso le da un ataque al corazón mientras nos deja ciegas con su "peluco". Pero ¡Eh! Hubo un momento en el que incluso yo, que nada se de este sector, pude reírme de mi compañera de trago, coño, es que hasta yo lo sabía. Osó comentar: "El que sí que está contento es el señor que está al lado de la Reina Sofía". Ahá.Como no. Ya la dijimos: "Normal, parece ser que es el presidente del equipo que va ganando". Cuando Cerezo sonreía es cuando el Atleti ganaba, claro.
Nos dio tiempo a comentar por qué la Reina no sabe hablar bien español, si lleva aquí más que la Cibeles en su sitio. Y claro, dijimos, es que el Rey, que cada día es más parecido a Carlos IV, como es tan de mujeres... ella se ha ido a Londres a vivir.
Hablamos de los problemas matrimoniales y de noviazgo de aquellas muchachas que tienen parejas que viven tanto el fútbol que si pierde su equipo se divorcian durante unos meses. La frase estrella es: "Que meta un gol CR7 porque de este partido depende mi futuro matrimonial". Y así son las cosas. Discutimos de por qué se le ha sacado tarjeta a Ramos si el pobre no ha hecho nada, aunque haya disparado el balón con la mano, nosotras no nos damos cuenta. Si eso que ha sido mano es penalti porque está en el área o por qué los periodistas aplauden a Simeone cuando entra en la sala de prensa. No entendemos nada, tampoco entendemos porque Cristiano se pone farruco cuando mete el gol, si es el cuarto y de penalti, vamos, que casi no hace ilusión. Pero le falto coger un micrófono y cantar un fado. Tampoco entendíamos nada. Tanta vena era innecesaria de ver. Una cosa nos ha quedado clara, CR7 no tiene problemas con las analíticas de sangre. La mujer de su centro médico le encuentra la vena que quiera.
Mientras bebemos cosas y comemos patatas fritas y fuet con unos picos de Jaén, nos referimos a los jugadores por su número porque no sabemos bien quienes son. Nos preguntamos las razones que llevan a los jugadores a escupir como si estuvieran en el Oeste y los por qués de sacarse los mocos mientras TVE les hace un primer plano, tan cercano, que podemos ver si tienen los poros abiertos. Eso lo hizo CR7 cuando iba a tirar una falta. Las que somos curiosas, es decir, más limpias que el jaspe, siempre hemos deseado ver esta imagen dentro del campo. Ver pedir a un jugador tiempo muerto, sacarse de la manda un kleneex y sonarse los mocos como Dios manda y no ahí, pulsando una de sus aletas como un tiburón mientras expulsa a un hijo muerto. Jesús, es que pensar que soy yo la que juega ahí y me caigo encima de sus mocos... es que me dan ganas de convocar un suicidio colectivo.
Leyendas, verdades... que más da, lo único que queríamos era hablar mientras ronroneábamos un aperitivo y rumiábamos comida china.