Revista Cine

¿Qué hay detrás de "Room 237"?

Publicado el 24 octubre 2012 por Fimin

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"El Resplandor" como interpretación del genocidio nativo americano de los indios, como metáfora del Holocausto, como la confesión de Kubrick de ser responsable de dirigir y falsear el alunizaje de Neil Armstrong en la luna, como referencia a la mitología griega del Minotauro o, como una película que esta rodada de forma reversible para que se verse de principio a fin y del final al principio, de forma simultánea. Todo esto, y mucho más, nos ofrece uno de los grandes fenómenos de la temporada.

Pero no contenta con ello, "Room 237" también nos confirma que las grandes películas se redescubren todas y cada una de las veces que las vemos, asi como que hoy día, también es posible hacer ruido, estrenarse en festivales, e incluso, en pantallas comerciales, con una base teórica más propia de internet o un material extra de dvd, que no de documentales tradicionales y artículos científicos. Y dicho lo visto. ¿Es "Room 237" un simple y rebuscado placer geek o un revelador manjar cinéfilo?. Todo depende de los ojos con que se mire, y desde luego, hacerlo a través de la mirada de Chuck Klosterman (Grantland), puede dar mucho de si. Pasen y leán.

La razón principal por la que "Room 237" es un gran documental son básicas: resulta extremadamente detallado sobre el tema que trata, brutalmente divertido (sin resultar cruel para los participantes), y formalmente inventivo. Pero la estimulante propuesta de Rodney Archer no acaba aquí, más bien, comienza, ya que también funciona como una lúcida  ilustración de algo que viene sucediendo los últimos 10 años (y que no sería posible plasmarlo hasta la llegada de la era digital): nos introduce en una nueva forma de experimentar y considerar las películas.

¿Qué hay detrás de

Siempre ha existido la "crítica" como tal, que no es más que el análisis de lo que 'es' y lo que 'significa' algo en concreto. Pues bien, a mediados del siglo XX, este proceso evolucionó en una Nueva Crítica que sugiere que toda objeto artístico debería analizarse como una creación autónoma que puede interpretarse sin tener porqué considerar el intento del artista  ni tampoco la reacción del público (en otras palabras, la crítica crea el significado partiendo de la minuciosa lectura de los componentes técnicos del texto). Pero lo que vivimos con "Room 237" va mucho más allá dando respuesta a una cuestión que rara vez se pregunta la crítica general (y que nunca se pregunta la Nueva Crítica): ¿qué era lo que realmente trataba de decirnos el director sin hacer uso de la palabra? ¿cuáles son las claves secretas ocultas en el interior del guión y relacionadas con su trasfondo? .

He aquí otro ejemplo de lo que trato de decir, un cortometraje titulado "The Shining Code" (el clip que viene a continuación no es sustraído de "Room 237". viene producido por un investigador cinéfilo independiente llamado Michael Wysmierski):

En este caso, hablamos de un tipo de crítica que he decidido denominar Crítica Inmersiva, ya que no puede gestarse a no ser que te hayas visto una misma peli 10, 100 o 1000 veces. Este tipo de crítica se basa en la creencia de que los detalles simbólicos, y, supuestamente secundarios de una película, son infinitamente más importantes que el diálogo o la narrativa que destaca en la superficie. Y no se trata únicamente en darse cuenta de aquello que a otros se les escapa (ya que puede hacerlo cualquiera que sea perceptivo), es una cuestión de identificar ideas que el director incluye para dar pistas sobre su propia verdad, su intención no revelada. En otras palabras, no se trata tanto de una lectura interpretativa, como de una inflexible y clandestina realidad que adquiere mucha más importancia que cualquiera de las demás facetas y que normalmente, acostumbra a resultar un tanto demente.

He aquí otro ejemplo, ahora de los "Eyes Wide Shut" de Kubrick:

Hay una razón concreta para que todos estos ejemplos provengan del cine de Kubrick: La Crítica Inmersiva solo funciona si verdaderamente confías en que el director tuvo algún otro tipo de objetivos secretos o subliminales. Debes operar desde la perspectiva de que el creador del film es un genio que utiliza el medio con un estilo profundo, personal y nada comercial. También ayuda que el director se aisle y rehuse a responder cuestiones sobre el significado de su trabajo. Teniendo en cuenta el misterio que siempre ha envuelto la figura de Kubrick (quien probablemente sea el mejor cineasta del siglo XX) se me antoja en un candidato inmejorable para someterse a la Crítica Inmersiva, más aún, teniendo en cuenta que todas sus películas exigen una visionado múltiple, incluso, para obtener una rudimentaria y superficial apreciación sobre su forma y fondo.

Si nos atenemos a las teorías personales de "Room 237", el Proceso de Inmersión funciona así: Todos vieron "El Resplandor" cuando fue estrenada sin noción preconcebida de lo que se supone que tenía que ser. Algo de la película quedó en ellos, a pesar de que en un principio no estuvieran seguros de lo que era, ni tan siquiera de si les había gustado. Sintieron 'algo' antes de saber nada...y luego únicamente se dejaron llevar. Siguieron viéndola una y otra vez, estudiando tanto su trasfondo como su superficie. Esta repetición provocó un efecto dominó interno; una vez  la "secreta tesis" galvanizó sus mentes, todo lo demás desembocó en un mismo abismo. Pero he aquí la clave: estas 5 personas creen estar en lo cierto. No se trata de un mero ejercicio intelectual; creen haber entendido los objetivos subliminales de Kubrick, y precisamente la intensidad en esta creencia es quien, independientemente de su exactitud, provoca que sus ideas cobren sentido. Llegan a tal nivel de enganchón que, de forma simultánea, se mueven en dos direcciones: por un lado se aburren profundamente con el texto (ya que la película exige ser vista docenas de veces distanciándose de su narrativa literal) y por el otro, los catapulta lejos del propio celuloide, ya que la crítica inmersiva trasciende lo privado, sumergiéndose, al menos en el aspecto teórico, en el mundo interior de la consciencia del director. Sería algo así como una teoría conspirativa, con la pequeña gran diferencia que, en absoluto, resulta dañina. Simplemente se trata de dar con una nueva forma que engrandezca, aún más si cabe, la complejidad, el secretismo, y la inconfortable humanidad que puede llegar atesorar una obra maestra de semejante calado.

Esperemos que el fenómeno "Room 237" tenga continuidad, y aunque a momentos pueda resultar ilógica, principalmente destaca por erigirse en un viaje alucinante que no hace más que confirmar las virtudes de todos aquellos que deciden ir un paso más allá, a pesar de que se expongan a quedarse en el camino, y se arriesgen a no llegar jamás a meta.

Y ahora, por si queréis recabar vuestras propias pistas para también sumergiros en la Crítica Inmersiva, podéis empezar con el Making Of de "El Resplandor" antes de hincarle el diente a "Room 237".

 


 


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