Tengo la nevera atiborrada con los restos navideños, además después de volver de casa de mis padres volví con mas cosas que meter en la nevera y además no se me ocurrió otra cosa que comprar una bandeja de tomates cherry, cuando tenía una entera en la nevera pero con tal aglomeración en la "neverita" no estaban muy a la vista y con el rulo de queso de cabra 3/4 de lo mismo, compré 2 rulos de queso de cabra para ponerlos como aperitivos/entrante en la comida de el día de Navidad.
Pero mis cuñadas "malvadamente" se trajeron sobras de la cena de Nochebuena y ante tal avalancha de comida me vi obligada a dejar la mitad de los aperitivos en despensa y nevera y poner lo que ellas habían traído, así que mi plan de empezar a hacer comidas ligeras va un poco retrasado.
Así que vamos al lío, con la receta.
1 taza de salvado de avena
2 cucharadas soperas de aceite
200 gr. de tomates cherry
Precalentar el horno a 200ºC
Mezclar en un cuenco los ingredientes secos, añadir el yogur y el aceite y mezclar, ir añadiendo agua hasta conseguir una masa densa pero manejable, engrasar el molde (mejor si es desmoldable), poner la masa en el molde a cucharadas y extenderla con el dorso de la cuchara, si cuesta extenderla mojar un poco la cuchara para ayudar a repartir la masa uniformemente.
Hornear unos 15 minutos con calor arriba y abajo o con ventilador.
Mientras tanto partir los tomates cherry por la mitad y el queso de cabra en rodajas.
Batir los huevos con la crema de leche y salpimentar.
Sacar la masa medio horneada, poner en el fondo las rodajas de queso de cabra encima los tomates cherry y con cuidado poner la masa de crema y huevos.
Meter de nuevo en el horno, bajar la temperatura a 180ºC, y hornear durante 1/2 hora o hasta que veamos que ha cuajado, sacar del horno, esperar unos minutos y desmoldar. Y lista para degustar!!!
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