Se confunden con águilas (muchas veces me lo han dicho) pero son ratoneros, busardos ratoneros que se llaman ahora. Una vez terminada la época de cría de la especie, los jóvenes se expanden por el concejo, y por eso en esta época se observa mucho más. Un posadero muy habitual del ratonero son los cables y postes, del teléfono o de la luz, en muchas ocasiones junto a la carretera, como este ejemplar que puede observar esta mañana a la entrada de Luanco.
Desde estos posaderos los ratoneros vigilan los prados del concejo al acecho de sus presas, que son de naturaleza muy variada, incluyendo reptiles, pequeños mamíferos, invertebrados, etc. Esta enorme diversidad en su espectro alimenticio explica en gran manera su éxito como el ave rapaz más extendida en nuestro territorio.
Sin embargo, esta proximidad de sus posaderos a las carreteras tiene también su lado oscuro. Un buen número de ratoneros caen atropellados, en especial en las vías principales donde los vehículos circulan a gran velocidad. Este por ejemplo es uno de los tres que he visto este año en la carretera de Luanco a Avilés.