Revista Cocina

Receta de Pan Quemado

Por Mikel
El Pan Quemado y la Mona de Pascua son dulces muy típicos de la Comunidad Valenciana. En general suelen ser redondas o con forma de animal, o bien lleva un huevo duro o un huevo de chocolate, muchas pastelerías hacen figuras con el chocolate que son una maravilla. El origen de la palabra mona es incierto. El lingüista Joan Coromines asegura que se encuentra en el latín munda, que hace referencia a una panera llena de pasteles que los romanos ofrecían a la Diosa Ceres por primavera. Otra hipótesis, es que venga del árabe munna en referencia a las provisiones con que los moriscos obsequiaban a los señores. Yo sí que creo que puede venir del árabe, ya que muchos de los dulces y platos de nuestra gastronomía de hoy son de esa época, incluso se mantienen los nombres árabes y según la comarca se les conoce con diferentes nombres; tonya, panou, pa cremat, coca d’aire, etc. En algunos pueblos, como hoy día Alberic (l’al-Barid de la historia), esta coca se ha convertido en un emblema de la gastronomía local, y se come todo el año. L a receta que aquí presento se ajusta a lo que podemos probar si vamos algún de los numerosos hornos de esta población de la Ribera de Xúquer. El panquemado d’Alberic, es una de las elaboraciones más típicas de tierras valencianas durante la Semana Santa. Según la comarca en la que nos encontremos recibirá nombres muy diferentes. Los ingredientes del panquemado y de la mona son los mismos, la única diferencia es que a la mona se le puede dar forma de animal, un cocodrilo o una serpiente, de flor o de lazo, y siempre va adornada con un huevo cocido o de chocolate. Mientras que el panquemado tiene forma de pan y no lleva el huevo, salvo en algunas localidades como Alberic, que lo coronan con clara de huevo montada. 
PANQUEMADO  
Receta de Pan Quemado
Ingredientes (para cuatro personas)  -Un quilo de harina -300 gramos de azúcar  -Un pellizco de sal -Un poquito menos de un cuarto de de litro de aceite  -100 gramos de levadura -Media docena de huevos (a ser posible camperos o ecológicos) están más buenos y son más sanos. -Un poquito de azúcar glasé Preparación: 
 En un Lebrillo, batimos cuatro huevos y los mezclamos con el azúcar y el pellizco de sal. Por otro lado, calentamos el aceite un poquito, le añadimos la levadura y lo avocamos al lebrillo. Lo mezclamos todo bien y comenzamos a añadir la harina sin dejar de remover-lo. Cuando la pasta quede fina, la dejaremos tapada y esperaremos dos horas hasta que fermente y crezca la masa. Una vez que haya crecido, hay que hacer la pasta en trozos de medio kilo. Cada pieza la ponemos encima del barquillo o papel vegetal, dejamos cada una de estas piezas y esperemos que vuelvan a crecer. Mientras tanto separamos las yemas de las claras de dos huevos. Batimos las yemas y, con un pincel, pintamos las monas de manera que cojan un color tostado cuando estén hechas. Batimos también las claras a punto de nieve y dejamos caer un poco encina de cada coca. En acabar, lo ponemos al horno en una llanda engrasada con un poco de manteca. Conviene que el horno esté a unos 180º y las dejamos al menos media hora, en compañía de un puchero con agua: el objetivo es que queden esponjosas por dentro y cocidas y doradas por fuera. Una vez sacadas del horno, dejamos caer un poquito de azúcar grasé por encima de cada coca y esperamos a que se enfríen. Ya que como dice el dicho “el pan caliente mata a la gente”. Para finalizar, con café con leche, leche con cacao y solo está muy bueno, pero con chocolate está de muerte y si le añadimos nata montada al chocolate…ni os cuento.

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