La mediocridad existente en los concursos del pasado fin de semana de las estrellas ha de invitar a Stern a una reflexión. La fórmula de los concursos de mates y triples es un formato totalmente agotado a menos que vayan los especialistas y que éstos se lo tomen en serio. Las victorias de Nate Robinson y Ricky Pierce pasarán a la historia como unas de las más tristes por el nivel ofrecido por el global de los concursantes. Y cómo estos, ya ha habido un puñado de concursos.
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