Remelluri reserva 2006 – Vino tinto

Pagar dinero no implica beber buen vino. Esta semana he tenido la suerte de probar tres vinos de los cuales dos apruebo y lo mejor de ello es que no pasan de los 20€. El tercero sí que tengo que suspenderlo y lo malo en este caso es que vale 10.000 pts.

Hoy le toca el turno a Remelluri Reserva 2006. Rioja alta o mejor dicho Rioja alavesa de corte clásico. No se le puede poner un pero a un vino que te cautiva desde el primer sorbo que puedas darle. Rioja no implica calidad –necesariamente- pero hay gente que hace las cosas muy bien y esta bodega es una muestra de ello.

Remelluri Reserva 2006 está en un segmento de precio del cual mucha gente puede dar un paso atrás. Hacedme caso y “permitiros” este “lujo” si sois aficionados al vino. Que un tío tan faltón e inconformista con todo como soy yo, diga esto, se debe a que el vino, a lo mejor es de los mejores que he probado en mi vida, y puedo prometer y prometo (¿a qué me suena esta frase? Jajaja), que es cierto y verdad.

Remelluri implica elegancia. Remelluri es de esas cosas de toda la vida que no cambian aunque pasen los años y queramos adaptarnos a otros tiempos para ser más in o progres. Cuando lo abres el aroma que desprende es algo así como esos olores cremosos  de una mermelada de frutos rojos. La madera implica mucho ya que al ser un reserva el paso por la misma hace que se distinga bastante sobre un fondo a suave cacao.

El color es el clásico a cereza  oscuro con una capa alta característica de la zona. Y para acabar en boca es completo. Hay momentos que parece que lo estás masticando (cosa que habrá más de uno que le pueda resultar duro). En boca te envuelve, paso suave para terminar con un  final cálido y para nada pesado. Los taninos se conjugan a la perfección estando bien pulidos para no hacerte “daño”. Fundamental e imprescindible para poder sacarle el 100% a este vino es decantarlo y dejarlo algo más de una hora antes de beberlo. Hacedme caso que si no, no le vais a sacar el máximo partido al vino.

La bodega que acoge semejante maravilla está en Labastida (Álava) y se llama La Granja Nuestra Señora de Remelluri. 154 hectáreas que a buen seguro algún día –y no muy tarde- visitaré. Por suerte para el personal, hacen visitas guiadas e incluso tienen un restaurante dentro de las bodegas para poder degustar y catar tanto las viandas como sus vinos.