Revista Cine

Reseñas Cine-El Origen del Planeta de los Simios

Publicado el 10 agosto 2011 por Juancarbar

Reseñas Cine-El Origen del Planeta de los Simios

Cuando en 1968 decidieron basarse tangencialmente en una novela homónima del escritor francés Pierre Boulle para lanzar a la gran pantalla El Planeta de los Simios, la apuesta no podía ser más arriesgada. El público podía reaccionar con hilaridad ante unos monos parlantes, y todo el ambiente de angustia e implicaciones socio-políticas que burbujeaba tras la superficie del argumento podía irse al traste. La buena elección a la hora de contar con actores reputados para encarnar los principales papeles tanto de simios como de humanos dio unos resultados más que interesantes y El Planeta de los Simios se convirtió en uno de los grandes clásicos del cine hasta dar lugar a una serie de secuelas cada vez más desafortunadas, pero siempre con destellos de brillantez. Tanto que después de más de cuarenta años todavía mantiene toda una legión de seguidores que le rinden culto. Aquí levanto el dedo índice.

En 2001 Tim Burton reinventó la mitología de El Planeta de los Simios apoyándose en una mayor calidad técnica gracias a los avances de la industria, y poco más. Su reboot de la franquicia fue francamente decepcionante. Más viniendo de quien venía y contando con la materia prima de que disponía. Sorprendentemente se ha fraguado una secuela que, como viene siendo habitual hoy en día, se trata más bien de, como dicen los modernos, una precuela. Una explicación de la creación del mundo que presentó Burton. Cómo se llegó ahí. El Origen del Planeta de los Simios es, en realidad, una revisión casi punto por punto de La Conquista del Planeta de los Simios, la cuarta película de la saga protagonizada por Roddy McDowall, ahora con mayor pirotecnia de efectos especiales y, a pesar de que la original ya daba su canguelo pertinente en su momento, con secuencias de mayor brutalidad.

El Origen del Planeta de los Simios mantiene el trasfondo filosófico que se pretendió con los films de los setenta. El ser humano presentado como una especie egoísta, con tendencia a esclavizar a los seres que considera inferiores, y procurador de su propia destrucción definitiva por jugar a ser Dios. Pero también incide en lo débiles que nos vuelve la civilización y describe un nada sutil paralelismo entre el chimpancé protagonista, César, y el monstruo de Frankenstein con sus problemas de identidad y su relación de amor / odio con su padre-creador. Todo ello trufado de guiños constantes a las películas clásicas, algunos de los cuales no me puedo resistir a enumerarles: El paseo de César adulto con una correa al cuello que recrea otro momento similar de la cuarta película de la serie; el nombre de su madre, Ojos Brillantes, es el mismo que recibe Charlton Heston por parte de Zira; Heston es también regado con una manguera de agua como lo es aquí César; la distinción entre monos y simios que tanto irrita a Cornelius en la tercera parte de la saga; allí también Zira, Cornelius y el bebé César son ayudados por una pareja de jóvenes científicos; César es desnudado y enjaulado con simios primitivos que lo reconocen como líder; la famosa frase “sácame tus sucias zarpas de encima, mono apestoso”… Me dejo otras tantas referencias, incontables y muy divertidas para los fans.

Están James Franco y Freida Pinto , pero, francamente, ¿a quién le importan? En El Origen del Planeta de los Simios Los humanos son meros comparsas. Aquí lo que cuenta es la historia de los simios. Nos muestran todo el proceso de maduración que nos escamotearon en la versión original. El interesante viaje de comprensión por parte de César de cómo es un ser desubicado y temido. Yo diría que muchas de las expresiones del rostro de Andy Serkis como el chimpancé protagonista están sacadas de los gestos del gran Roddy McDowall, el César original. Y una vez más, como pasaba en la película de los setenta, es curioso comprobar cómo el espectador se pone del lado de aquel que en realidad supone una amenaza para la existencia de la humanidad. El tremendo tramo final es también la puesta en escena con gran presupuesto y conocimientos extra de las secuencias que concluían La Conquista del Planeta de los Simios, y aunque allí era más eficaz la idea de toda una raza de simios sirvientes rebelándose contra sus amos hasta en la propia Casa Blanca, el resultado ahora es francamente impactante. No puedo ser imparcial porque a mí toda la saga de los simios me ha fascinado desde niño, pero me atrevería a decirles sin empacho que El Origen del Planeta de los Simios es un espectáculo de primera. Una historia muy bien contada que engancha hasta el último segundo. Lástima de discurso épico final. Seguro que se lo reservan para la siguiente parte.


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