Revista Cine

Reseñas cine: 'Si no nosotros, ¿quién?'

Publicado el 24 noviembre 2011 por Juancarbar

No sé si se debe a una tendencia real o al criterio que las distribuidoras españolas tienen a la hora de importar cine actual alemán, pero tengo la impresión de que los cineastas teutones llevan unos años dirigiendo conscientemente una mirada crítica y libre de apriorismos contaminantes a su historia reciente. Supongo que la perspectiva que aporta el observar el pasado habiendo superado el maniqueísmo de la inmediatez (ya se sabe que para poder analizar con objetividad cualquier fenómeno es preciso tomar distancia) ofrece las condiciones idóneas para estudiar los claroscuros del convulso siglo XX alemán. Y así, a títulos tan recomendables como “Goodbye Lenin”, “El hundimiento” o la superlativa “La vida de los otros” se une ahora “Si no nosotros, ¿quién?”, primer largometraje no documental del director Andres Veiel.

La cinta pretende reflejar el espíritu de inconformismo que se vivía entre los jóvenes alemanes durante la década de los 60; una generación marcada por los pecados de sus padres, esos nazis a los que la historia jamás ha concedido indulgencia alguna (no digo que la merezcan, ojo, que para defender lo indefendible ya tenemos a Lars Von Trier), por el opresivo marco de la Guerra Fría entre los bloques capitalista y soviético y por la barbarie cometida en Vietnam y recibida como un eco incendiario en los países occidentales. Para capturar este ambiente socio-político, Veiel recurre a la historia real de la pareja formada por el escritor Bernward Vesper, hijo del poeta afín al ideario hitleriano Will Vesper, y su mujer Gudrun Ensslin.

Lo que comienza como una historia de amistad y sexo entre universitarios idealistas al más puro estilo de los “Soñadores” de Bernardo Bertolucci deriva hacia la sordidez de las drogas, el amor enfermizo (automutilaciones incluidas) y el terrorismo de extrema izquierda, salpicado todo ello por imágenes de archivo que ayudan a contextualizar el relato, provocando en algunos casos reacciones de indignación en el espectador (en mi caso, con la grabación real de un piloto militar norteamericano que se regodea al contemplar cómo el napalm arrojado sobre la población vietnamita se cobra numerosas vidas humanas).

Meticulosamente trazada en cuanto al casting, la recreación del momento histórico, la atractiva puesta en escena y la fabulosa selección de temas musicales de la época, “Si no nosotros, ¿quién?” parte de un material a priori fascinante que no termina de cuajar debido a la incapacidad de Veiel para profundizar en la psique de sus protagonistas.

Poco importa que August Diehl (visto en los “Malditos bastardos” de Quentin Tarantino), Lena Lauzemis y Alexander Fehling (al que hace unos meses un servidor elogiaba por su papel protagonista en “Goethe!”) estén fantásticos como (respectivamente) Vesper, Ensslin y el ambiguo instigador a la violencia Andreas Baader; uno nunca llega a comprender del todo el comportamiento de sus personajes.

La sensación que me ha generado la cinta, de hecho, es que tampoco el propio Veiel los ha comprendido, y que ha querido, más bien, reflejar en pantalla esta historia como parte de su fascinación hacia los enigmas que estos tipos, las personas reales en las que se inspira “Si no nosotros, ¿quién?”, se llevaron a la tumba. Y es por eso, me temo, que le ha salido una película emocionalmente hermética, una narración que no arroja ni un rayo de luz sobre la personalidad incógnita de los individuos a los que pretende retratar.

Espero que no se me malinterprete. “Si no nosotros, ¿quién?” es un film con muchos puntos de interés, que recrea magníficamente el zeitgeist de la República Federal Alemana de los años 60 y que plantea interesantes preguntas a la conciencia política del espectador. Pero cuyo potencial dramático se diluye ante mis ojos al ser incapaz de hacerme partícipe del punto de vista de sus protagonistas, una panda de tarados revolucionarios con los que me resulta imposible empatizar.

(“Si no nosotros, ¿quién?” se estrena en España el próximo viernes, 25 de noviembre).


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