Reseñas DVD: "Megan Is Missing" (Michael Goi, 2011)

TÍTULO ORIGINAL: Megan is Missing. AÑO: 2011. DURACIÓN: 85 minutos. NACIONALIDAD: Estados Unidos. PRODUCTORA: Trio Pictures. DIRECTOR: Michael Goi. GUIÓN: Michael Goi. FOTOGRAFÍA: Josh Harrison. INTÉRPRETES: Amber Perkins, Rachel Quinn, Dean Waite.

Varias cosas pueden hacer que desconectemos de la película a las primeras de cambio. La primera es que se inicia con un basado en hechos reales. La segunda es que la estructura narrativa del film bebe de fuentes tales como 'El Proyecto de la Bruja de Blair' o 'Paranormal Activity'. Si es así, aconsejo aguantar hasta el final y darle una oportunidad a este proyecto independiente que ha ido directamente al mercado del DVD y que tuve la oportunidad de ver el otro día.

La visión sobre la sociedad juvenil actual es un simple esbozo del director ( y también guionista), un principal reclamo para que reflexionemos sobre las causas-consecuencias y para que nos adentremos en una historia tan real que podría estar sucediendo ahora mismo. Esa historia no es más que la peligrosa deriva hacia la que pueden dirigirse los jóvenes perdidos entre tanta red social y tanto chat llenos de depredadores que buscan algo más que amistad. Ese es quizá, el punto fuerte de la película. Mostrarnos todo tan real y demoledor que no podamos quitarnos la película de la cabeza. No hay demasiados artificios (un par de escenas) y, ni tan siquiera podríamos considerar a 'Megan Is Missing' como una película de terror (por más que su director se empeñe en el tramo final), sino de un film que se sirve de una estructura narrativa bastante bien manejada para recrear un perturbador realismo.

Estructurada a través de conversaciones mediante cams, teléfonos móviles, cámaras de videos e insertando entre medias noticiarios (ese sensacionalismo morboso), fotografías y grabaciones de cámaras de seguridad, la película va poco a poco conformándose como una experiencia triste y previsiblemente de demoledor final.

Que Michael Goi se empeñe en llevar la película en su parte final hacia otros derroteros de género es cuestión de debate para el espectador. Pero lo que si es cierto es que los 20 minutos finales son de una frialdad y un agobio bastante notables para el presupuesto del proyecto. Después de eso sólo nos queda la reflexión. Esas dos chicas conversando durante los créditos finales. Tan sólo esa conversación ya es puramente perturbadora después de ver lo que hemos visto. Pero es perturbadora porque durante 85 minutos nos han mostrado una ficción tan correctamente servida que sabemos que es tristemente real.