Mis razones he tenido:
- Jueves: grabación de un reportaje precibelino, con María Delgado (desietecorazones) y Mónica Muñoz (Moniquilla). María vuelve a desfilar con Montesinos, poniendo una nota étnica –con ciertos toques flamencos– a unos complementos que me volvieron loca; Mónica debuta en el Ego: atent@s a sus "vestidos-lienzo", una prenda cómoda y chic que pienso lucir en alguna de las presentaciones de mi libro.
- Viernes: más grabación, esta vez sobre los Goya y la guerra abierta entre De la Iglesia, Sinde, Bollaín y compañía. Gerardo Correas, presidente de la Escuela Internacional de Protocolo, me contó algunas claves del ídem de la gala, que incluimos en este repor de laSexta Noticias.
- Sábado: más Goya. Ensayo. Mucho glamour, muchos metros de alfombra roja (cutrísima con tanto logo de las loterías), pero poca y mala atención a la prensa. Los peores, algunos figurantes. Se toman muy en serio su papel de estrellas. Qué penita.
- Domingo: por fin, a mi Sevilla. A pasar mi medalla del Gran Poder por el pie del Señor de Sevilla. Ya nunca más estaré sola. Después, cena maravillosa. Un sueño cumplido sin haberlo soñado nunca. Qué más se puede pedir.
- Lunes: un paseo por Triana. La Esperanza. El puente. Pureza. Betis. Maestranza. Cañas en El Salvador. Reunión en el Vincci La Rábida para cerrar la presentación de mi libro en preferia –encantadora Yolanda Rodríguez, la directora del hotel: no me extraña que las figuras quieran vestirse allí, con esas vistas mágicas de la Catedral y la Giralda–. Ruta exprés y vuelta a Madrid.
- Martes: presentación de Diario de un escritor delgado, de Germán San Nicasio (Ed. Eutelequia). Qué hombre más grande. Él y su hermano, Pablo San Nicasio, que se salió a la guitarra.
- Miércoles: de acá para allá. Intentando ser mujer de mi casa, lectora, escritora, amiga, hermana, hija... y todo a la vez. Y periodista. Que mañana empieza la semana televisiva. Y yo con estos pelos. Menos mal que me he reseteado. A ver lo que me dura.