Revista Cultura y Ocio

¿Respetar las reglas del juego?

Publicado el 26 septiembre 2012 por Elhombredelpiruli
A los políticos, cuando se ven en apuros, les gusta echarte en cara que hay que respetar las reglas del juego. Las reglas del juego de la democracia, dicen. Cuando la gente se manifiesta contra sus incumplimientos o harta de los recortes ellos responden que sí, que están muy bien las protestas, pero dentro del orden establecido por la ley y la Constitución, que hay que respetar las reglas del juego, que no se puede asaltar el Congreso sede de la soberanía popular y bla, bla y bla.
¿Las reglas del juego? ¿De qué juego estamos hablando? O, mejor dicho, ¿de qué juego hablan ellos?
Deben pensar que estamos jugando al bingo en una residencia de ancianos, con apuestas de cinco céntimos, o en un partido de fútbol de solteros contra casados después del cual se van todos a beber cerveza.
¿Pero de qué juego hablan?
¿Respetar las reglas del juego?Lo que nos jugamos nosotros (no ellos, que están blindados por sueldos, prebendas y privilegios) es el puesto de trabajo, el pan de nuestros hijos, la asistencia sanitaria, la educación o los ahorros de toda una vida de sacrificios. Ese es nuestro juego, sobrevivir, y cuando se trata de supervivencia no hay reglas, y mucho menos las que han sido impuestas por aquellos que no las cumplen. Nos piden que respetemos la distancia de seguridad que nos imponen ante el Congreso porque la Constitución  dice que no podemos coaccionar a las Cámaras cuando están reunidas. Pero ellos se pasan por el forro esas mismas reglas al incumplir la Constitución y las leyes. Tenemos derecho al trabajo y a una vivienda digna. A sanidad y a educación. Eso dicen las reglas del juego. Nos gobiernan los poderes financieros y no las personas a las que votamos; nos prometen un programa electoral que luego pisotean; saquean las arcas públicas y después se indultan entre sí; viven por encima de sus posibilidades y somos nosotros los que debemos remendar sus costurones.
Ellos manejan el poder represivo si nosotros incumplimos las reglas del juego, pero ¿qué armas tenemos nosotros si las incumplen ellos? ¿Quitarles el voto dentro de cuatro años cuando nos hayan destruido? Nos apalean incluso sin quebrar las normas. Entrenan perros sarnosos a los que acorazan para azuzárnoslos cuando nos quejamos de sus políticas de hambre.
Nos aplican su visión de lo que es lo políticamente correcto y tenemos que tragar. ¿Cómo defendernos?
¿Es licita la violencia contra tanta injusticia?
Yo nunca lanzaré una piedra contra nadie, nunca emplearé la violencia contra un cargo público por muy deshonesto que sea, ni contra un policía antidisturbios que apalea a gente en manifestaciones pacíficas y autorizadas. Pero tampoco censuraré a quien lo haga y si está en mi mano, lo protegeré, lo ocultaré.
Yo no respeto estas reglas del juego que nos imponen porque para mi no es un juego.

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