Revista Arte

Revista atticus, Luisjo Cuadrado y Ausín Saínz en "Verde Pasión"

Por Ausinsainz
Exposición «Verde Pasión» de Ausín Sáinz en el Palacio Pimentel de Valladolid

Palacio Pimentel. Sala de Exposiciones de la Diputación de Valladolid.Cl. Angustias, 44Del 15 de enero al 3 de febrero de 2013Laborables: de 12 a 14 y de 19 a 21 horas. Lunes cerradoDomingo y festivos: de 12 a 14 y de 19 a 21 horas
El artista Víctor Manuel Ausín Sáinz presenta en la Sala de Exposiciones del Palacio Pimentel de la Diputación de Valladolid una muestra que lleva por título Verde Pasión. En ella se recogen una serie de trabajos realizados con diferentes técnicas. Verde Pasión alude a la búsqueda de la identidad del individuo tomando como referencia a la madre naturaleza donde el color verde tiene mucha presencia. Ese fue el punto de partida para que el artista Ausín desarrollara una serie de obras vinculadas directamente con el género femenino, una constante en su obra.
Ausín Sáinz utiliza formatos muy variados. Se puede decir en ese aspecto que, por un lado, es un artista inclasificable y, por otro lado, un artista total (artistazo añadiría). Su obra se presenta plena de madurez, es de gran originalidad, impactante, comprometida y nos invita a la reflexión.
Al visitante lo recibe un par de fotomontajes fotográficos que llevan por título Viva España (1 y 2). Realizado sobre papel fotográfico perlado, 100 x 100 cm. Son complejos, barrocos, montando las imágenes a modo collage cuyo resultado es una explosión de creatividad. Los que presenta en la muestra vallisoletana son dos de gran formato en los que reutiliza diversos motivos para intercambiarlos en sus obras. No son simples fotografías retocadas. Nada de eso. Un ángel de alas oscuras que porta símbolos alusivos al desamor (el propio artista ejerce de modelo). El otro modelo es una Menina enluta, triste y decorada con motivos alusivos a España (una clara referencia es el ojo cortado que nos remite al Perro andaluz de Luis Buñuel). Su vestido presenta muchas conexiones (algo del futuro pero tan cercano) y que alude a que no podemos vivir si no estamos conectados a internet; nos sentimos desorientados sin nuestros móviles cerca. Es una reinterpretación en la que no duda en alargar los cuellos del retratado dando una mayor elegancia y esbeltez a la figura.
Otro los formatos es el de las pinturas, en grandes dimensiones, sobre tela pintada (un recurso que utiliza para economizar tiempo al no tener que rellenar los fondos y que le da un aspecto final de gran impacto visual) que van sin bastidor y que ofrecen una sugerente presentación. En tela cuelga de la pared de la sala de exposiciones del Palacio Pimental su obra que lleva por título: Moña: nombre cariñoso con el que me llamaba mi abuela Gregoria cuando estábamos vivas. Crímenes sexuales. (204 x 285 cm). Se trata de una obra muy personal donde recrea la muerte (de su hermana) entre las flores. La fallecida reposa sobre un lecho vegetal y sobre su lecho ha colocado un perro símbolo de la fidelidad. A su alrededor surgen una serie de exvotos relacionados directamente con su vida: un corsé para corregir los problemas de espaldas en la adolescencia, la fotografía de la primera comunión o una caja de galletas (aquellos olores y sabores de nuestra infancia).
Otro recurso que suele utilizar para potenciar el tema que desarrolla es la instalación. En este caso con el uso de cinta adhesiva ha recreado una serie de motivos forma parte de la instalación que lleva por título Vestido protector. En esta ocasión y en palabras del propio artista:
«En el suelo he recurrido a una imagen utilizada a lo largo del s. XV en donde el manto de la Virgen María protege a todo el que se cobije bajo él. Emulando esa representación la he reinterpretado. En esta ocasión he recurrido a un vestido muy elegante de color verde (el forro del vestido de novia) y lo he colgado del techo. Está rodeado de billetes con el título “Porque yo lo valgo”. Representan a mujeres de muchos ámbitos sociales, a las que se las perdona todo, cuyas cifras son abiertas y desorbitadas. Por el contrario están los sueldo de “¿Porque yo NO lo valgo? Sobradamente preparadas e infravaloradas”. Para poder ver los billetes nos tenemos que poner debajo del vestido abierto, con lo que puede que lago de esta protección divina nos puede llegar, ¡quién sabe!».
En algunas ocasiones Ausín recurre a intervenciones urbanas para llamar la atención y que la gente entre en la sala de exposiciones. La calle es el lugar donde la denuncia se acerca más al transeúnte y constituye una forma masiva de ataque visual.
La manipulación de objetos cotidianos constituye otro recurso habitual en la obra de Ausín. Una batería de cocina (óleo sobre metal, diversas medidas) la transforma en un alegato contra el maltrato doméstico convirtiéndola así en una denuncia de la violencia de género; o una chaqueta, Manual de instrucciones, a la cual le alarga las mangas hasta convertirla en una chaqueta de fuerza «para la mujeres rebeldes» (con instrucciones para su uso para el marido).
Un malévolo juguete para el siglo XXII es como ha denominado a un Desahogador vudú que no es otra cosa que un cojín de terciopelo negro con un muñeco y un puñado de alfileres. A su lado una serie de caras sonrientes de políticos complementan el ajuar de ese gracioso e irónico juguete. Ojo que esto puede crear adicción en los tiempos que corren.
Novia a la defensiva es un traje de novia de camuflaje que como accesorios lleva una ristra de cartuchos de escopeta. Casi se puede convertir en traje de luto y alude a ese día, «al día más importante de nuestras vidas». En el sexo cuelgan una serie de medallas referentes a los cinco sentidos colgando en forma de corazón. Ausín aludió al sometimiento de la mujer a su sexo que domina su existencia y las enmudece. Una obra con una gran carga tanto de denuncia social, como simbólica e irónica.
Como complemento a la exposición se pueden ver una serie de vídeos, un medio con el que quiere reforzar el mensaje y que vienen a subrayar el carácter polifacético del artista Víctor Ausín Sáinz.

Verde pasión despide al visitante con una calavera Descanse en paz rodeada de vegetación integrándola así en la naturaleza y, por lo tanto, cerrando el ciclo.
En definitiva, Pasión verde constituye una agradable y fresca propuesta cultural de la mano de un gran artista que no ha dudado en echar mano a la imaginación para solventar la falta de recursos que a todos nos afecta en estos momentos y sin dejar de ser una muestra con un gran sentido crítico y reivindicativo habitual en la producción del creador vallisoletano.
Más información:
Blog Ausín Sáinz
Luisjo Cuadrado
Revista Atticushttp://revistaatticus.es/

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