Bien, hace un año todos fuisteis testigos de mi fracaso a la hora de elaborar mi primer roscón de reyes. Visto lo cual me juré que ¡nunca más! y para evitar otro desastre me puse en manos de unos profesionales que me enseñasen a realizar este típico dulce navideño. Así, Pendiente de Diagnosticar me regaló un curso para que aprendiese a elaborarlo (para mi que su verdadera intención era no tener que volver a probar un trozo de pan duro como el año pasado) en la escuela de cocina Cookin Club.
El producto final
Bueno, que me enrollo.
Ingredientes:
Masa madre:
- 30 gr. de levadura prensada.
- 40 gr. de harina.
- 20 cl. de agua.
Masa del roscón:
- 210 gr. de harina de fuerza.
- 50 gr. de azúcar.
- 50 gr. de mantequilla.
- 1 huevo.
- 20 cl. de agua de azahar.
- 10 cl. de ron.
- 10 cl. de leche.
- Una pizca de sal.
- Ralladura de naranja.
- Ralladura de limón.
Para la decoración (optativo, no quiero influir en la votación de la encuesta, jejeje…):
- Fruta confitada (melón, pera, albaricoque…).
- Almendra laminada.
- Azúcar.
- Huevo batido.
- Y claro, la sorpresa (figurita, haba, peladilla o un billete de 500€).
Elaboración:
Masa madre:
- Tamizamos la harina y formamos un volcán, colocamos en el centro la levadura y el agua tibia.
- Amasamos formando una bola que dejaremos fermentar hasta que alcance el doble de su volumen. Atención, esto así dicho parece fácil, pero no lo es, la masa esa es muuuy pegajosa, trabajadla con decisión y paciencia.
- Tamizamos la harina y también formamos un volcán, mezclamos los ingredientes desde el centro, incorporando poco a poco laharina.
- Si la otra masa te parecía pegajosa, esta lo es mucho más (insisto, para mi que como cemento no tiene precio), así que atención, hay que trabajarla fuerte, con decisión, tomaos todo el tiempo que necesitéis. Importante, NO añadáis harina ni aceite ni nada, pensando que así se despega, de esa forma sólo conseguiréis cambiar la composición de la masa y ya no saldrá roscón, saldrá otra cosa (como a mí el año pasado).
- Cuando tengáis una bola uniforme y estéis cansados, entonces le añadís la otra bola, la de la masa madre.
- Y volvemos a empezar, a amasar, amasar y amasar. Descubriréis que lo que parecía imposible no lo es, ahora es muuuucho más pegajosa aún.
- Cuando creáis que ya está amasado, pues no, seguís amasando y apalizando la masa hasta que no se pegue a nada. Un truco, hacerlo rápido, las manos rápidas.
- Reposamos y dejamos fermentar la masa hasta que doble su volumen, entonces volvemos a trabajarla un poco para que expulse el aire.
- Le damos forma de bola con la superficie lo más lisa posible. La dejamos reposar un ratito.
- Introducimos el dedo índice en el centro de la bola, para ir abriéndola poco a poco dando forma de roscón, IMPORTANTE, en esta fase hay que manipular la masa lo menos posible.
- Introducimos la sorpresa en el roscón (por abajo o por un lado, no lo rompáis por arriba, se notaría luego) y lo colocamos en la bandeja que irá el horno para que fermente un poco. Para ello lo podemos poner en el horno a muy baja temperatura (unos 40 ºC) e incluso con la puerta abierta. Otra opción es ponerlo en el horno sin encender éste y meter en el mismo un cazo con agua hirviendo y con el calor del agua puede valer.
- Cuando alcance, de nuevo, el doble del volumen, pintamos con el huevo batido(muy suavemente, para no hundir la masa). Decoramos con la fruta (optativo), lasalmendras y con el azúcar. Para ello humedecemos azúcar normal con los dedos.
- Cocemos en el horno a 180 ºC o 200 º C (aquí hay debate, ponedlo a 190) a una altura media-baja durante unos 15 minutos.
- Una vez cocido y frío podemos rellenar de nata, trufa o nada.
Fermentando...
Decorados esperando entrar en el horno
PD: Como acabamos muy tarde y la escuela está muy lejos de mi casa, volví en un taxi y os juro que el taxista estuvo a punto de ofrecerme la carrera a cambio del roscón recién hecho de lo bien que olía.