De ahí que, con la tinta de los papeles de su divorcio aún fresca, Roslyn, postergando las pretensiones de Guido (un tipo al que su arrojo a los mandos de su avión y su historial de piloto militar bragado y valiente no le dotan del atractivo físico del que carece), se eche en los brazos de Gay Langland, un cowboy de vuelta, un hombre que aprecia la libertad por encima de todas las cosas, aunque nunca deje de transmitirnos la impresión de que esa libertad no es más que una quimera eternamente perseguida y mil y una veces negada por la dureza de lo transitorio, lo eventual, lo inestable.
Para Roslyn, Gay es amante, y es padre, y es, en suma, ese hombre a cuya sombra sentirse segura y protegida, aun cuando ella sigue actuando como si el halo de deseo que su ingenuidad no calculada despierta a su paso, entre conocidos y desconocidos, no fuera más que un accidente del que su hombre, en un momento dado, siempre podrá librarla, gracias a su fuerza y su experiencia (ésas mismas que le servirán para domeñar caballos salvajes, pero no para evitar derrumbarse, como un niño desconsolado, cuando es incapaz de retener a sus hijos a su lado para presentárselos a Roslyn).Hija de sus carencias, madre de sus expectativas, Roslyn Taber es solo el rostro rubicundo y el cuerpo vertiginoso de esa misma derrota que envuelve a Gay, a Perce o a Guido. La derrota de los desubicados, el fracaso de aquellos cuyo mundo se derrumbó (sin ruido, sin polvo...) sin dejarles una nota bajo la puerta que les dejara las cosas claras: 'Búscate uno nuevo'... * Vidas rebeldes (The misfits; U.S.A., 1961), film rodado en un contrastadísimo blanco y negro por el simpar John Huston, constituyó el testamento cinematográfico de sus dos estrellas protagonistas, Clark Gable y Marilyn Monroe, fallecidas después de este que sería, para ambos, su último film. Esa circunstancia extracinematográfica dota a algunos de sus diálogos (con menciones explícitas de la muerte, del final) de una dimensión fatalista que acentúa aún más, si cabe, el tono crepuscular y de derrota que envuelve todo su metraje y lo convierte en una pieza de brillante tristeza.* Los buenos buenosos XVIII.-Revista Cine
Roslyn Taber (Vidas rebeldes —The misfits—; U.S.A., 1961)
Publicado el 06 agosto 2012 por Manuelmarquez
Roslyn Taber es una mujer de curvas sinuosas y carnalidad rotunda. Pero eso es mera apariencia: tras esa fachada que actúa como imán irresistible para todo hombre que pulula a su alrededor (y nunca falta alguno cerca), se esconde una mente clara, directa y simple. La de una mujer de sensibilidad afilada e incapacidad casi patológica para permanecer alejada de la sombra protectora de un galán apuesto y solícito, un macho alfa presto a satisfacer sus necesidades, infinitas, de afecto y cariño.