Como siempre, antes de meternos en faena, hablar de España, que tampoco tomó parte en este torneo perdiéndose así otra buena generación del fútbol español liderada por Di Estéfano (nacionalizado) y Luis Suárez (Balón de Oro un par de años más tarde).
A pesar de que disminuyó el número de equipos que se inscribieron en las fases previas y que las dos bicampeonas hasta la fecha (Italia y Uruguay) no pasaron el primer corte y rechazarón ocupar una plaza de los equipos africanos que no quisieron jugar contra Israel, el cartel d los participantes era de una calidad excelente. En el capítulo de debutantes apuntamos en este torneo a Gales, Irlanda del Norte (completando el pleno británico en una fase final por primera vez) y la Unión Soviética.
Seguramente las sorpresas más grande de la fase grupal fue la eliminación de Argentina y de Inglaterra. Ambos combinados llegaban con buenos equipos, pero la cosa no salió en los partidos. Así jugadores como el fino regateador Corbatta en Argentina o Finney y un jovencísimo Bobby Charlton.También Hungría que venía de ser subcampeona en el anterior torneo, se quedó en la primera fase.Por su contra, Gales, la URSS e Irlanda, sí que pasaron ese corte, firmando un brillante debut.
Pero hubo tres selecciones que destacaron por encima de las demás. Francia liderada por el goleador Fontaine y dirigida por el gran Raymond Kopa tuvo la mala suerte de cruzarse con Brasil en el camino hacia la final, pero que no hubiera sido injusto que se hubiera llevado el trofeo.La anfitriona, Suecia, también completó su mejor actuación al llegar a la final y dejar a dos de los mejores jugadores de la competición y de los que han vestido la amarilla casaca: Liedholm y Gren, que tuvieron buena carrera en Italia.
Pero si hubo un equipo que maravilló al mundo, ese fue el campeón final, Brasil, con Vavá, Didí, Zagallo, el gran Garrincha y un joven que se consagró con diecisiete años y consiguiendo uno de los mejores goles de la historia de los Mundiales, Edson Arantes do Nascimento, 'Pelé'.Eran tiempos en los que la 'táctica del futbolín' era la más común: 2 defensores, 3 centrocampistas y cinco delanteros. Y los cinco delanteros que llegó a juntar la canarinha ya no sólo eran cracks de manera individual, sino que llegaron a estar compenetrados hasta el punto de que ningún equipo pudiera pararles.
El máximo goleador del torneo fue el delantero galo Just Fontaine, que consiguió trece goles (una marca hasta ahora no superada) en seis partidos que se destapó como el primer gran killer de la historia del torneo: un delantero especializado en el remate y el juego dentro del área.
Pero a la hora de hablar de los mejores, los más completos, el primero de todos es, indudablemnte, Pelé, que llegó al torneo como un niño casi de vacaciones y acabó como el mejor jugador del mundo. Junto al brasileño, el sueco Liedholm y el francés Kopa fueron los principales responsables de llevar lejos a sus selecciones.