La historia de Runit: una isla radiactiva en el Pacífico
La isla de Runit, ubicada en el atolón Enewetak de las Islas Marshall, es conocida por albergar el Domo de Runit, apodado La Tumba, una estructura construida para almacenar desechos radiactivos. Esta isla ha sido escenario de una serie de pruebas nucleares organizadas por Estados Unidos, dejando como resultado un entorno altamente peligroso y contaminado. A continuación, te contaré más detalles sobre la impactante historia de esta isla y su cúpula radiactiva.
La tumba radiactiva de Runit
El cráter de Runit se formó por la explosión nuclear del ensayo Cactus el 6 de mayo de 1958, y tiene una profundidad de poco más de 9 metros. En la actualidad, contiene suficientes desechos radiactivos para llenar 35 piscinas olímpicas. La mayor parte es suelo irradiado que contiene plutonio, un isótopo que puede causar cáncer de pulmón si se inhala. A pesar de su peligrosidad, solamente se puede ver su cúpula, que destaca como una semiesfera blanca entre la vegetación y el mar.
La limpieza nuclear más grande de Estados Unidos
La isla fue el escenario de la limpieza nuclear más grande en la historia de Estados Unidos, recolectando escombros de docenas de pruebas atómicas y sellándolos con una capa de hormigón de medio metro de espesor casi del tamaño de un campo de fútbol. Cubrir el pozo radioactivo le costó al gobierno estadounidense un cuarto de millón de dólares y tardó tres años en completarse.
Preocupaciones y riesgos futuros
A medida que los mares aumentaron en el área, el agua comenzó a filtrarse en el suelo, debajo de la cúpula. A diferencia del domo que se selló en la parte superior, el fondo del pozo no fue cubierto de concreto, por lo que las mareas crecientes podrían sumergir la tumba o abrirla. Además, los niveles del mar podrían aumentar significativamente para el año 2100, lo que podría tener consecuencias catastróficas para la cúpula y la isla.
Impacto en la población local
La isla permanece deshabitada desde que en las décadas de 1940 y 1950, los residentes del atolón en Nehuatac fueron desalojados de sus hogares y reubicados en islas cercanas por el inicio de las pruebas nucleares. Además, se han reportado impactos en la salud de los residentes de islas cercanas debido a la contaminación del mar, así como problemas de salud, como la diabetes, entre la población.
Repercusiones en la salud y el medio ambiente
Miembros del ejército que participaron en la construcción del domo y el transporte de los desechos afirman que desarrollaron enfermedades como consecuencia de la exposición a la radiactividad. Además, se han encontrado evidencias de blanqueamiento de corales y muerte de peces en las cercanías de la isla, lo que evidencia el impacto en el medio ambiente.
Futuro incierto
El futuro de la tumba es un gran motivo de preocupación en las Islas Marshall, ya que el domo no cumple con los estándares estadounidenses para vertederos de basura doméstica, y el hecho de que se hayan omitido características de seguridad importantes para su construcción tiene que ver con que se encuentra en una locación muy remota. La incertidumbre sobre las consecuencias futuras de la cúpula sumergida en el mar o afectada por fenómenos naturales es un tema que preocupa a nivel local e internacional.
Reflexión final
La historia de Runit es un recordatorio trágico de la capacidad humana para dañar severamente su entorno. La isla y su cúpula radiactiva representan un legado de las pruebas nucleares que aún hoy tienen impactos devastadores en la salud de las personas y en el medio ambiente. A pesar de ello, la isla nos invita a reflexionar sobre la importancia de la preservación del entorno natural y la necesidad de asumir la responsabilidad de las acciones pasadas para evitar consecuencias desastrosas en el futuro.