Ruta del Río Casaño

Se trata de un hermoso paseo al lado del río, que esta ocasión es el auténtico protagonista.

Dejamos el coche en La Molina, donde llegaremos cogiendo la desviación a la derecha desde el pueblo de Canales (km 22 de la AS-114, entre Cangas de Onís y Arenas de Cabrales).

No hay mucho aparcamiento, pero arrimándolo bien no hay problema.

Tomamos el camino que va por encima de las casas del pueblo y de la iglesia, donde veremos un cartel indicativo del río. Después de la última casa del pueblo, la pista deja de ser de hormigón para convertirse en camino de montaña e iniciar un descenso por un terreno en ocasiones empedrado.

Pasamos primero por un abrevadero sin caño para luego encontrar, en un rincón a nuestra izquierda, una estupenda fuente donde coger agua para el camino. Según descendemos, el ruido del río se hace más audible hasta llegar al puente Pompedro, donde es obligado asomarse aunque no hay que cruzarlo, pues debemos meternos por el sendero de la derecha.

Aquí encontramos otro pequeño puente, que sí debemos cruzar, a partir del cual iniciaremos nuestro recorrido acompañando al río por su lado izquierdo según el sentido de la marcha.

El camino discurre prácticamente en llano y por lugares en los que nos vemos obligados a parar para disfrutar de las cristalinas aguas del Casaño.

Al rato, llegamos a puente Escobín y lo atravesamos para llegar a una zona de cabañas (el Escobio).

Caminamos ahora por la derecha del río, alejándonos un poco del mismo debido a unos prados que se interponen entre el y nosotros.

Poco a poco, nos volvemos a acercar al río para culminar el recorrido en unas estupendas pozas, muy apetitosas para el baño, a los pies del puente de los Mineros, que se caracteriza por su segura apariencia ( ojo con los niños!!!).

Para llegar a la vega Batuda debemos, lógicamente cruzar el puente y continuar un pequeño tramo por la izquierda del río, donde existen algunas otras zonas agradables para jugar.

Texto extraído del libro de ORLANDO MERÁS Médico y fisioterapeuta, autor del libro "32 razones para ir al monte con niños"