Otra jornada pasada y otra derrota acumulada. Ya queda menos para nuestro retorno a la Segunda B. Quizás muchos pensaban que ahora sí que podíamos salir del agujero después de sacar siete puntos de nueve en las tres últimas jornadas. Hasta yo por un momento me volví a subir al carro de la esperanza cuando ya había sentenciado al equipo hace varias jornadas. Que lejos de la realidad. Quizás haya sido el último aliento de vida antes del desastre final.
En la Nova Creu Alta volvió la misma inoperancia de casi toda la temporada. No supimos dar la talla ante un Sabadell que se jugaba muy poco y que volvió a demostrar que tampoco se luce jugando al fútbol. Salimos con ganas y parecía que el peso del partido lo llevaría el Nàstic. Hasta llevamos un poco de peligro a la portería de De Navas. Pero todo fue un espejismo y a partir del minuto 19 con el gol, mal defendido, de Aarón Bueno el Nàstic se vino abajo y no fue capaz de inquietar a un Sabadell que tampoco hizo nada de especial para llevarse el derbi catalán. Solamente volvimos a molestar al meta arlequinado en el tiempo de descuento del partido.
El planteamiento de D'Alessandro fue el mismo que tan buenos resultados nos dio en los tres últimos encuentros jugando sin bandas y con jugadores centrocampistas, Morán y Tuni, ejerciendo de delanteros. Normal repetir si el sistema funcionaba. Pero esta vez no fue así. Intentó solucionar el problema sacando a Abalo y Alvaro Rey en las bandas y a un Orbegozo, que tuvo el empate en sus botas, como delantero natural pero ni aún así conseguimos crear fútbol. El técnico argentino no encuentra ni los jugadores ni el sistema idóneo para este Nàstic que se hunde. Quizás es que no damos para más.
Todo parece que poco nos queda por hacer en esta segunda división y que de aquí a final de temporada seguiremos con nuestro Vía Crucis particular. Lo único seguir intentando caer lo más dignamente posible. Particularmente no puedo achacar ni al míster ni a los jugadores que no pongan todo de su parte para conseguir resultados más positivos pero como decimos en Catalunya: "On no n'hi ha, no en pot rajar", traducido "De donde no hay no se puede sacar".
Ahora a esperar a la próxima jornada la visita de un Alcorcón que está que sale y que nos puede dar la puntilla final.