Este mediodía al dar un paseo por el Cabo Peñas me salió una liebre disparada a pocos metros, que se fue a toda carrera por el brezal en dirección al acantilado. Ya las había visto en otras ocasiones, pero como son tan rápidas es difícil fotografiarlas. Por ello, me fui hacia el sitio donde la había perdido de vista, a probar suerte, y para mi sorpresa allí estaba, maniobrando por el acantilado cual rebeco.
Cierto es que el lugar en cuestión no era uno de los puntos más rocosos y verticales de Peñas, pero no deja de ser alucinante poder ver una liebre en un cantil costero.
Se trata de una liebre europea Lepus europeaus. A diferencia de las otras dos liebres que se encuentran en Asturias, que son endemismos ibéricos, esta especie ocupa la mayor parte de Europa. En estado natural sería la especie autóctona de Gozón, ya que en la Península Ibérica su área de distribución va desde el centro de Asturias hasta la costa mediterránea. Pero en nuestro concejo debió extinguirse hace años debido a la caza y la extensión de la agricultura.
Las liebres que podemos observar hoy día proceden de sueltas con fines cinegéticos. Sin embargo, se han adaptado perfectamente al medio, no en vano este es su entorno natural. Me comenta mi amigo Rubén que incluso ha observado pequeños gazapos en època reproductora. Además, la restricción de la caza en el entorno del Cabo Peñas está favoreciendo su expansión y ya han sido vistas en otras zonas del concejo.
Podemos por tanto felicitarnos de la vuelta de esta especie a nuestros ecosistemas naturales. Por cierto, tras seguirla un rato vi como la liebre se escondía en una pequeña grieta donde quedó perfectamente camuflada, podéis probar a ver si la encontráis.