Estupendo con quesos
Revista Vino
Sauternes? No, Domaine de Crabitey 2009, fabuloso vino dulce francés
Por Elblogdelosvinos @blogdelosvinos
Bodega: Domaine de Crabitey
AOC: Premières Côtes de Bordeaux
Variedades: 95% Semillon Blanc, 5% Muscadelle y Sauvignon Blanc
Graduación: 14%
Precio: alrededor de 16 €
Lo reconozco…tuve la mala suerte de iniciarme en el vino de Sauternes con los Château d’Yquem, con lo que en este campo, el listón lo tenía demasiado alto.
Así que, cuando vi en Bodeboca este Domaine de Crabitey, me interesó en seguida, aunque debí sospechar cuando me di cuenta de que la botella era de 50 cl…este vino crea adicción !!
El Domaine de Crabitey apenas ocupa 0,31 hectáreas en las laderas de la orilla derecha del río Garona, justo enfrente de Sauternes. Lo fundó en 1925 Alexandre Rabette, que se enamoró de la belleza del paisaje de Gabarnac. A su muerte, sus nietos y ahora su bisnieto siguieron elaborando este vino dulce, dotado de una gran personalidad (e, insisto, muy adictivo !). El viñedo, cultivado conforme a métodos ancestrales, fue replantado en 1950, se asienta sobre suelo arcillo-calcáreo, y da lugar a una producción muy reducida, entre 600 y 1500 botellas, según la añada.
El terroir se beneficia de las nieblas del otoño que favorecen la aparición de la botrytis cinérea, un microorganismo que perfora la piel de la uva Semillon, provocando la evaporación del agua, lo que hace que los granos pierdan su acidez y adquieran una elevada concentración de azúcar.
La vendimia se realiza en sucesivas pasadas, donde de forma manual se seleccionan sólo los granos sobremadurados. Posteriormente, se prensa y realiza la fermentación alcohólica en una gran cuba. Pasará 3 años en barrica de roble de varios vinos antes de salir al mercado.
El resultado…un vino blanco dulce, con un gran equilibrio entre suavidad y acidez. Un vino con un intenso color dorado, muy profundo, y con abundante lágrima. En nariz…un festival de fruta cítrica, melocotón, membrillo, con algunos toques especiados, vainilla, canela. Los aromas son muy intensos. Y en la boca, como decimos, muy equilibrado, sin resultar empalagoso. Es concentrado, potente, con un paso largo que sorprende y un posgusto de melocotón muy agradable.
Una pequeña joya, un lujo para alegrar cualquier día, que combina bien con patés y quesos, como hicimos nosotros o incluso, para disfrutar solo como aperitivo.