En el año del vigésimo aniversario de la muerte de Federico Fellini, Ettore Scola decidió homenajear a su colega y amigo con un documental que las salas italianas estrenaron el pasado 12 de septiembre, una semana después de la presentación oficial realizada en la 70ª edición del Festival de Cine de Venecia. Che strano chiamarsi Federico! se titula el largometraje que, además de desmentir aquel “retiro definitivo” anunciado dos años atrás, desliza un segundo tributo a otro grande, de apellido García Lorca.
Según cuenta el diario español El Mundo, la película de Scola arranca con una voz en off en castellano que pronuncia los dos últimos versos de Canciones para terminar:
Entre los juncos y la baja tarde,
¡qué raro que me llame Federico!”
Antes, la estrofa final del poema incluye otros dos versos que la película pasa por alto, y que sin embargo ponen de manifiesto la pertinencia de la cita literaria:
Llegan mis cosas esenciales.
Son estribillos de estribillos”.
El adjetivo “esencial” y el fenómeno de intertextualidad sugerido en el desdoblamiento de estribillos bien podrían servir para anunciar dos virtudes aparentes del retrato póstumo: cierta capacidad para revelar más allá del estereotipo y/o del lugar común, y la osadía de superponer distintos registros narrativos o, en palabras de Don Ettore al diario La Repubblica, “fotografías, recortes, flores secas e incluso una mosca aplastada entre dos páginas”.
El sitio web de Cinecittà cuenta que en Che strano chiamarsi… Scola es tan protagonista como Fellini porque “en realidad se trata del relato de una experiencia común”. También informa con orgullo que gran parte del largometraje fue filmado en los míticos estudios instalados en Roma.
Los admiradores de ambos directores fantaseamos con la posibilidad de que la película pre-estrenada en la Mostra tarde poco en iniciar una gira internacional que incluya a Buenos Aires entre los destinos previstos. Mientras tanto, y como es poco probable que los porteños podamos verla cerca del próximo 31 de octubre, cuando contemos los veinte años exactos sin Fellini, Espectadores se propone combatir ansiedades con este breve informe y convidando el corto promocional.