Scones

Hace unos días hice los Scones sacados del libro de PANES de Richard Bertinet (del que ya os hablé en su día).

A mi familia le gustaron tanto, y su aspecto es tan estupendo, que decidí hacer otra tanda adactada a mi intolerancia a los lácteos y al huevo (ver receta) 
 El resultado han sido dos recetas extraordinarias, que pasarán a formar parte habitual de los desayunos (y meriendas) de mi casa. 
Y como están dentro de las masas de pan, congelan perfectamente resultando comodísimos en los desayunos, 
pues simplemente es sacarlos del congelador, ponerlos unos segundos en la opción de descongelar en el microondas, y empezar el día con un delicioso desayuno de unos scones como recién salidos del horno.

Ingredientes


- 150 g. de mantequilla con sal
- 600 g. de harina común
- 150 g. de azúcar
- 40 g. de levadura química
- 280 g. de sultanas
- 190 g. de nata
- 190 g. de leche
- 1 huevo batido

Preparación

- Precalentar el horno a 220º

- Frotar la mantequilla con la harina en un recipiente. Añadir el azúcar y la levadura en polvo. Incorporar las sultanas y mezclar hasta que se hayan distribuído homogéneamente.

- Añadir la nata y la leche y mezclar hasta que todos los ingredientes estén bien ligados.

- Enharinar la superficie de trabajo y volcar la masa. Presionar y doblar por la mitad. Repetir de nuevo y doblarla por el sitio opuesto, y seguir hasta obtener una especie de cuadrado.

- Enharinar la superficie y la base de la masa; cubrirla con un paño y dejarla reposar en un lugar fresco durante 15 minutos.

- Enharinar ligeramente la superficie de trabajo y extender la masa hasta que adquier un grosor de 2 cm. Retirar con un pincel el exceso de harina.

- Cortar los scones en cuadrados con un cuchillo bien afilado.

- Ir colocando en la bandeja de horno, sobre papel vegetal y dejar un espacio entre ellos.

- Pintar con huevo batido y bajar la temperatura del horno a 200º. Hornear unos 20 minutos, o hasta que hayan aumentado su volumen, la superficie esté bien dorada y la base suene a hueco al golpearlos.

- Se pueden tomar frios o calientes, y acompañados con la mermelada que más nos agrade.