Cuando me pongo rumbera y recuerdo mi educación de pago, a veces saco el mantel y las tazas buenas para merendar como una señorita. Y no hay nada más finolis y decadente que tomar un cream tea. A lo lady británica, pero sin tener que estirar el dedo meñique.
Contraviniendo todas las reglas de la decencia y la moral, los scones son escandalosamente fáciles de hacer. Pronunciado "escons", como diría Mrs. Patmore, no "escóuns", que eso es una americanada.
Si tenéis vuestra propia cocinera victoriana particular, decidle que los tenga listos para las 5 de la tarde. En caso de tener que manchar vuestras finas manos, no os preocupéis. Se hacen en un momento y ya preparados se pueden congelar para hornearlos cuando os visite la reina de Inglaterra.
Scones Dificultad, así de primeras:aptos para cualquiera que no tenga criados.Probables complicaciones: ninguna, es vergonzoso. Sabor: wonderful, dear Tiempo: 30 minutos Receta de inspiración:Plain scones, del libro "Breakfast, lunch, tea" de Rose Carrarini INGREDIENTESpara 15 scones
500 g. harina
1 puñado de harina de maíz amarilla (opcional)
2 cucharadas de impulsor (Royal o similar)
2 cucharadas colmadas de azúcar
1 cucharadita rasa de sal
110 g. de mantequilla fría cortada en trozos
300 ml. de leche
huevo batido o nata para pincelar
PRA ACOMPAÑAR:
clotted cream o en su probable ausencia, mantequilla o mascarpone
mermelada de fresas
un buen té
Aclaro que los que veis en las fotos eran descongelados, por eso la forma no es muy canónica ya que se me pegaron los unos a los otros en el congelador, ejem.
PREPARACIÓN: Tamizar la harina junto con el puñado de maíz (si lo echáis), el impulsor, el azúcar y la sal. Añadir la harina en trozos y mezclar todo con los dedos hasta conseguir una especie de migas.
Hacer en el centro del recipiente un hueco o volcán y verter la leche. Juntar todo con la ayuda de un tenedor, y cuando esté más o menos homogeneizado, meter las manos y amasar hasta conseguir una masa suave y firme. No tiene que ser pegajosa: en ese caso, añadir un poquito más de harina.
Precalentar el horno a 200 grados y poner un papel de horno sobre una bandeja.
En una superficie ligeramente enharinada, extender la masa con un rodillo hasta que tenga un espesor de unos 2 cm. Con un cortador, aro, vaso o herramienta casera parecida, cortar círculos de unos 4 - 5 cm. de diámetro.
Los recortes que sobren se pueden volver a amasar, estirar y cortar, para no perder ni un scone.
Colocad los círculos de masa sobre la bandeja del horno y pinceladlos con una mezcla de nata y sal (a lo tradicional) o con huevo batido (esta opción los dorará más).
Sólo queda introducirlos en el horno y cocerlos durante 15/20 minutos, hasta que estén ligeramente dorados y hayan subido. That´s it, darlings. Mientras, podéis preparar el té, sacar la vajilla de herencia y poneros las perlas.
Están mucho, mucho más buenos un poco calientes, partidos en dos y servidos al estilo de Devon (primero la crema y luego la mermelada). Si no encontráis clotted cream fresca, podéis extender por encima una buena mantequilla, nata montada o queso mascarpone. Y la mermelada de fresa, of course. Casera, aún mejor.
Otro día que esté rumbera os enseñaré a epatar al personal con un afternoon o low tea completo, con sus sandwiches de pepino decadentes.
God save the Queen!
Para saber más:
- Cream teas
- Scones y cream tea, El foro del pan