Creo que para algunos asiduos de las redes sociales o a internet, se les hace familiar las imágenes de frases motivadoras que llevan el slogan “Ser Feliz es Gratis”. Quizá para algunos es tan sólo una utopía y palabras bonitas, sin embargo, para los creadores de esta iniciativa ha significado el comienzo de un sueño y una gran aventura. Les invito a conocer de qué se trata.
Diego Fernando Pulgarín y Lina María Mejía tienen un propósito, y éste “es contagiar al mundo de positivismo y alegría e invitar a las personas a disfrutar lo mejor de cada día, siendo conscientes que casi siempre las mejores cosas de la vida son gratis”.
¿Les parece todo un reto?
Ellos creen en la felicidad como una poderosa herramienta para construir un mundo más agradable para todos, y por esa razón crearon Ser Feliz es Gratis, un proyecto cuyo objetivo es apoyar a las personas en sus procesos de crecimiento personal y despertar de consciencia.
En el mundo virtual, diariamente comparten lecturas, videos y mensajes positivos e inspiradores por medio de nuestra página web y todas nuestras plataformas sociales (Facebook, twitter, Pinterest e Instagram), y muchas de ellas se han vuelto “virales” gracias a la gran popularidad que han tenido.
Del mundo virtual al mundo real
Este año, ambos emprendedores decidieron realizar un cambio radical en sus vidas, convirtiéndose en una organización itinerante que viaja por los principales países de Latinoamérica, realizando talleres presenciales, cuyo objetivo es guiar y apoyar a los asistentes hacia un mejor entendimiento de su ser.
A la fecha, ya han visitado Colombia, Ecuador y Perú, y próximamente tienen en agenda visitas para Bolivia, Paraguay, Chile, Argentina, Uruguay, México, Costa rica y Guatemala.
Además, en medio de sus viajes, investigan, documentan e intentan comprender el concepto general de felicidad en cada país que visitan, ya que para ellos la felicidad no es sólo un estado de ánimo, sino también un claro indicador de desarrollo social.
Un poco más acerca de esta aventura
Recientemente, Lina nos comentó que este proceso comenzó “presencial” en enero, cuando “decidimos dejar todo, renunciamos a nuestros trabajos por lanzarnos a la aventura de promover nuestro proyecto, viajamos por Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, durante 6 meses. Y aunque, nuestro propósito es gestar un espacio físico en Colombia, como sede principal, nuestra idea es continuar viajando a promover el proyecto a diferentes países”.
Hasta ahora, narran su experiencia como gratificante, en vista que las personas que han recibido su mensaje han sido receptivas. Además, manifiestan que tienen acumuladas experiencias maravillosas, aprendizajes positivos.
Lina asegura que “personalmente ha sido hermoso el dejarlo todo y salir sin ninguna expectativa, sólo el conocer y disfrutar de nuevas personas y culturas, es un voto de confianza en la vida enorme y justo ahí te das cuenta que nunca estarás desamparado, siempre encontrarás personas amables y amorosas. Ese es uno de los grandes temores que las personas tienen al salir de su zona de confort, se enfrentan a dudas como qué me va a ocurrir, estaré haciendo lo mejor. Pero, la verdad es que no me arrepiento ni un sólo segundo de las decisiones que he tomado al dejarlo todo, incluso ahora que estamos de vuelta en nuestro país, es volver a empezar desde cero, pero esta vez con un proyecto personal de por medio, y es una semillita que ya ha germinado y está creciendo muy firme y sana”.
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