El polifacético periodista ha evolucionado con la experiencia que le otorga el dominio de todos los registros en cualquier medio de comunicación. Ahora, también controla la cocina de su casa, aunque sea con la ayuda de un robot.
Enciendes la televisión y lo puedes encontrar en el plató de una tertulia deportiva. Sintonizas la radio y lo escuchas comentar un partido de fútbol o la actualidad en clave de humor. Compras un periódico y puedes leer su ácida e irónica opinión sobre su querido RCD Espanyol. Te conectas a las redes sociales y lo encuentras compartiendo pedacitos de su vida profesional y personal con miles de fans. Su temperamento alegre es su filosofía de vida a la que añade una pizca de sencillez: ser ordenado en el día a día y en las relaciones humanas. Sergi Mas (Barcelona, 1964) es periodista freelance y colabora actualmente en diferentes medios de comunicación como Televisió de Catalunya, 8tv, RAC1, Cadena Ser, Catalunya Ràdio, Mediaset y el Diario La Grada.
Te vemos en todas partes, ¿ya llegas a todo?
Sí, sí, sí… Me hago horarios semanales, como cuando íbamos al colegio, cada cosa tiene una hora: mates, lengua… una radio, una tele. Me gusta mucho trabajar en casa y soy mega-ordenado y un enfermo de la limpieza. Lo tengo todo en su sitio, desde los utensilios de cocina hasta las carpetas o las etiquetas. Y esto me da mucha paz. Mi casa es una especie de Abacus.
¿Con qué registro periodístico te sientes más cómodo?
Con la radio, porque es mi medio madre, nací allí y moriré allí. El mensaje es mucho más directo. En la tele, para comunicar tienes que pasar, por ejemplo, por un realizador a quien tienes que explicar la idea. O por un iluminador que debe estar atento a la iluminación de un gag. Tu idea depende entonces de muchas personas. Eso sí, me apasiona el piloto rojo de la tele, me pone mucho y el impacto es extraordinario. Me hace “trempar”.
¿Te consideras afortunado? La profesión de periodista no está para tirar cohetes…
Sí, tienes razón. Pero tengo 50 años y he ido sembrando durante toda mi vida profesional. He estado en mucho sitios, y en este oficio la mejor forma que hay para ir después por el mundo es que tiempo después de salir de un medio siempre puedas reencontrarte con un compañero o jefe para tomar un café o ir a comer. Y esto me pasa con todas las personas con quién he trabajado.
¿Cómo se mantienen esas buenas relaciones?
Por mi talante y por la necesidad de desdramatizar muchos mensajes, los “pollos” o las broncas absurdas que a menudo he escuchado: hay que pensar que al día siguiente siempre hay otro programa. Yo soy más de bajar la pelota al suelo, asumir un error, pedir disculpas o rectificar según el caso. También he metido algún palo, ¿eh? En la radio, pero todo esto tiene una trascendencia determinada. El fútbol al final es un tema secundario. Mi madre, por ejemplo, no sabe de fútbol y vive tranquila.
Da vértigo mirar tu currículum. Incluso llegaste a poner la voz al mítico PC Fútbol. ¿Eres de los que mira al pasado?
Sí, fue con Michael Robinson. ¡Me encantó hacerlo! Pero él estaba en Madrid y yo en Barcelona… (pone voz de confesión) y salió un poco regular. Y sí, miro al pasado. La haya cagado mucho o poco profesional o personalmente, aprendes mucho. A veces tengo demasiado presente el pasado. Me apasionan las fonotecas, los periódicos antiguos, lo recuerdo todo. Constantemente comparo lo que pasa ahora con temas antiguos. Hace años, por ejemplo, después del entrenamiento del Espanyol, los jugadores salían de La Chatarra (antiguo campo de entreno en Sarrià) y tomaba una cerveza con ellos. La presión era la misma que ahora, pero no pasaba nada. Ahora me da un poco de vergüenza cuando hay preguntas inapropiadas o las tertulias donde la gente se chilla por 80 euros.
En lugar de periodista, ¿te hubiera gustado ser astronauta?
¿Cómo?
Bueno, es una pregunta absurda… para no caer en el tópico ya sabes…
Hubiera sido librero o bibliotecario. Sería feliz en una librería con mis lápices, gomas, carpetas… O en una biblioteca con bata blanca y todo bien limpio, rodeado de libros antiguos. Y compañeras que también llevasen bata blanca y sostenes debajo… ¡Ja, ja!
El mundo está loco, Sergi.
Sí, salir y viajar me da más miedo cada vez. En cambio, lo cercano me da paz. Estoy muy tranquilo en Sant Feliu de Guíxols, en la piscina. Si me dicen, ¡vamos a un rallye a Argentina o a un safari! Yo digo: ¡Déjalo!
¿Utilizas el transporte público para moverte por Barcelona?
Sí, soy un habitual. Antes cogía la moto incluso con lluvia y no me importaba acabar con los calzoncillos mojados. Ahora voy en taxi, metro –vivo en el barrio de Horta– o bus. No tengo ganas de sufrir sobre dos ruedas.
¿Te has fijado que en el metro o el autobús ya prácticamente nadie deja sentar a las personas mayores o embarazadas?
¡Yo, sí! Sólo me siento cuando hay sitios libres, y no soporto la gente que se sienta en los asientos reservados.
¿También llevas una alimentación ordenada?
Sí, tengo una dietista extraordinaria que me ha hecho una buena dieta. Es natural, nada de cápsulas ni brebajes. Se basa en comer mucha verdura, fruta, pescado y poca carne. Desde hace una año y medio habrá perdido siete quilos y me siento muy bien. Como de forma saludable y también voy al gimnasio casi cada día. Lo noto en todo, hasta en el ‘coco’.
¿Cuál sería tu menú diario?
Verdura y pescado. Me hago un bol de ensalada, patata y judía verde y pescado, que puede ser salmón o lenguado. Y una pieza de fruta o yogurt desnatado. Quizás algún día substituyo el pescado por pollo, o la verdura por pasta. Esto es comer bien, y de tanto en tanto me lo salto y me doy un auto homenaje.
¿Quieres decir que tu profesión puede ser la excusa para saltarse esta dieta sana?
Esto va en función del festival que te encuentre. Si todo el mundo come flan, yo también. Pero tampoco hace falta acabarse todas las patatas fritas del plato, por ejemplo. Sobre todo hay que comer sin ansiedad. Y también he aprendido a tomar el café sin azúcar.
¿Te encuentras cómodo en la cocina?
Sí, y tanto, es uno de mis espacios.
Las madres y las abuelas son grandes cocineras, ¿tu también?
No, yo no soy un gran cocinero, pero tengo la facilidad que me da un robot de cocina. No me complico: comida sana, rápida y sin ensuciar la cocina.
Buen truco…
¿Qué más puedo necesitar? Lo hago todo con el robot. Diríamos que cocino bien porque lo hace la máquina. Incluso he hecho recetas sofisticadas: langostinos con polvo de quicos. ¡Buenísimos! Me pasaron la receta.
¿Eres más de súper o de mercado?
De los dos. En el súper hay muchos productos que no encuentras en el mercado, algunas ‘pijaditas’. De tanto en tanto voy al mercado.
¿Vas con lista de la compra?
Menos el pescado y la fruta, últimamente compro mucho por Internet, con una aplicación. Te lo traen todo a casa clasificado y marcado. Me da paz y me ahorro el momento de pasar por caja, que no me gusta.
¿Qué haces cuando te pica el gusanillo del hambre?
A veces los sábados hago un desayuno de tenedor. Y después no voy al gimnasio, ¿eh? La vida sana no es matarse levantando pesas.
Tienes tres hijos, ¿comes igual solo que en familia?
Los jueves les hago arroz para cenar, es lo único que cocino porque les gusta. Los viernes les hago crepes, aunque yo no como. Otras veces hago fondue de carne de ternera… Son platos fáciles y prácticos y a los tres chavales les digo: esto no es un hotel, así que hoy toca esto.
¿Te fijas en lo que comen otras personas cuando entras en un restaurante?
Sí, soy muy chafardero. No meto las narices, pero a menudo si hay alguna cosa que me entre por los ojos también la pido.
Y, ¿qué come Manolita? (su perra)
Pienso, pienso y pienso. Aunque está tan mal acostumbrada que siempre le cae un trocito de pan o una cucharadita de arroz. Acaba de cumplir 12 años.
Te quiero poner a prueba. ¿Qué es una caloría?
Creo que sé lo que es… (se hace el silencio). Un momento…
Sergi, no vale mirar en Internet (él coge el móvil).
¡Una unidad de energía esférica!
¡Lo acabas de leer en la wiquipedia!
¡Sí! ¡A ver si Artur Mas puede leer los discursos y yo no!
¿Qué tiene más proteínas, un bistec de ternera o las espinacas?
Ni idea. Pero me gusta más el bistec.
Dime un alimento que lleve Omega 3.
Tampoco lo sé. Hace quince años nadie hablaba de Omega 3 – Osasuna 2.