La dirección de Guy Ritchie y la interpretación de Robert Downey Jr.. Esas eran las dos razones por las que anoche me senté en el cine para ver la nueva entrega de Sherlock Holmes y, francamente, quedé encantada.
Porque, dejémonos por un momento de exquisiteces, Sherlock Holmes es puro y elegante espectáculo. Una demostración de ego brutal del señor Ritchie, al que se le puede consentir la inconsistencia de un guión si a cambio nos ofrece todo un despliegue de su mejor armamento. Escenas de acción a cámara lenta, explosiones envolventes, sonido poderoso, una banda sonora que rebota en las entrañas y una soberbia dirección de actores que acaba convirtiendo a Robert Downey Jr. en un brillante protagonista.
No hace falta leer a Conan Doyle ni haber visto todo lo que se ha creado a partir de sus novelas, sin embargo creo que la película se entiende mejor si habéis visto la primera entrega y ya conocéis los métodos de Holmes.
En fin, que si os apetece dejaros llevar con algo de artillería pesada, "Sherlock Homes:Juego de sombras" es una acertada elección.