Las shortbread son unas deliciosas galletas de mantequilla típicas de Escocia.
Su origen se remonta a la Edad Media y se consumían como postre.En aquella época se parecían más a un pan dulce pues se elaboraban con manteca de cerdo y harina de avena.Poco a poco se fueron refinando incluyendo entre sus ingredientes la mantequilla y la harina de trigo.
Los ingredientes únicos son harina, mantequilla y azúcar;no llevan huevo ni levadura.Así pues, se vuelven grumosas al tacto y extremadamnete quebradizas.
Se hornean en una única pieza, bien sea circular o rectangular y, al ir a hornearlas, se les hace un corte típico para poder manejarlas después con más comodidad.
No deben dorarse en el horneado, simplemente cocerse,su aspecto es blanquecino y no se inflan porque no llevan levadura.Como cualquier galleta, salen blanditas del horno y al enfriarse se van secando consiguiendo su textura ideal a los pocos minutos.
Ingredientes
- 190 g de harina
- 125 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 65 g de azúcar glas
- azúcar en grano (para espolvorear al final)
- Tamiza la harina y mézclala con el azúcar glas.
- Añade la mantequilla y amasa hasta lograr una mezcla uniforme.
- Extiende la masa en un papel vegetal y dale forma de círculo con un grosor de unos 2 centímetros.
- Pincha la masa con un tenedor y corta el círculo en 8 porciones iguales empezando por el centro.No los llegues a cortar hasta el fondo.
- Deja reposar media hora en la nevera.
- Precalienta el horno a 150º y hornea entre 35 y 40 minutos.De ninguna manera deben dorarse.
- Espolvorea azúcar por encima.
- Deja enfriar y separa las cuñas.