Que nadie se ofenda por el adjetivo novato! Yo mismo cometí (y para que nos vamos a engañar, algunos todavía los cometo) errores, y garrafales, cuando empecé a sembrar mis propias semillas. Algunos son bastante obvios, otros son trucos que he visto que facilitan la tarea a personas sin experiencia (ideales también para niños que empiezan a colaborar en el jardín y para ya expertos que quieren hacerse la vida un poco más fácil). Aquí van!
Error 1: Los semilleros necesitan mucha luz
¿Obvio verdad? Pues es uno de los errores que más iniciados cometen, en los cuales me incluyo. Cuando estás sembrando en interior, la luz natural a veces no es suficiente (sobre todo en los meses de Diciembre, Enero y Febrero) con lo que resulta necesario compensar con cierta luz artificial, lo ideal es utilizar un programador para que no se te olvide encender y apagar la luz cuando toque.
Error 2: El sustrato y el fertilizante
Los semilleros necesitan unas condiciones de humedad muy concretas: sustrato permanentemente húmedo pero sin encharcarse, esto provoca en muchas ocasiones la muerte por asfixia de las raíces o por enfermedades de hongos o bacterias. ¿Lo ideal? Utilizar un sustrato específico para semilleros, suelen ser más ligeros debido a su porosidad, lo que permite que funcionen como esponjas, evitando a la vez que se encharquen y que se mantenga aireado. Evita utilizar tierra, ya que se compacta mucho y además suele contener bacterias y hongos que, para plantas crecidas resultan inocuos, pero para los semilleros pueden ser letales.
El sustrato para semilleros es también bajo en nutrientes, ya que las semillas tienen todo lo necesario para germinar. Es únicamente cuando generen sus primeras hojas verdaderas cuando debemos aplicar el fertilizante. Notarás que su crecimiento se acelera! Lo ideal es utilizar uno rico en aminoácidos o nitrógeno (que es el encargado de producir esos aminoácidos), este es el fertilizante más adecuado para esta etapa, ya que favorece el desarrollo vegetativo.
Error 3: Usar recipientes demasiado pequeños o conjuntos
Esto no supone en sí un error, pero dificulta mucho el trabajo. Los semilleros pequeños se secan antes y tienen menos resistencia a los cambios de temperatura, lo que puede suponer una muerte prematura de las plantas si no tenemos mucho cuidado. Lo ideal es utilizar semilleros individuales de unos 6cm de diámetro mínimo, cómo estos, retendrán más agua, las raíces se desarrollarán mejor y serán más estables en cuanto a temperatura. Para que te hagas una idea, el tamaño de un envase de yogur es el mínimo necesario.
Error 4: No regar suficiente
Otro error que a veces sigo cometiendo.. los semilleros necesitan un riego mucho más continuo que las plantas ya establecidas. Mantener el sustrato húmedo es primordial para un buen desarrollo. Un truco que he aprendido estos años es utilizar recipientes del mismo tamaño, ya que de esta forma la periodicidad con la que necesitan agua es la misma. Otro consejo: ponlos en una habitación transitada, son mucho menos fáciles de olvidar si los ves!
Error 5: Plantar las semillas muy profundas
Piensa en el recorrido que tiene que hacer una semilla hasta llegar a la superficie, no se lo pongas más difícil! Hay una norma bastante sencilla de garantizar que no las enterramos demasiado, las semillas deben quedar enterradas a una profundidad 2-3 veces su tamaño, así que cuando más pequeñas sean, más superficiales deben de estar.
Imagen original modificada por Plantea: Pleuntje