(Dirigida por King Vidor – USA 1949)

Nadie puede volver atrás y comenzar algo nuevo, pero cualquiera puede comenzar hoy y crear un nuevo futuro - no juzgarme a mi mismo a través de los ojos de los demás.
Howard Roark (Gary Cooper) es un arquitecto que busca la originalidad en sus obras. Para él, copiarse de otros es una aberración. Para él, lo mejor es diseñar edificios que no se parezcan a nada que se haya construido antes. La escuela de arquitectura y su mejor amigo Peter Keating (Kent Smith) no creen que él tenga éxito en la vida, porque finalmente lo que hace es enfrentarse solo contra el mundo por su idealismo.
Un día le muestra sus diseños a un viejo arquitecto amargado. El viejo lo

Pasan los años y Roark ya está a cargo de la oficina del viejo. Hay un detalle, sólo ha realizado 4 edificios en todo ese tiempo. Howard piensa que no ha sido fácil, pero aquellos que gusten de su tipo de trabajo, lo llamarán. El viejo le dice que no demandan su trabajo por sus ideas originales. En cambio a la gente le gusta lo común, lo vulgar y lo trillado. Luego de decir esto, al viejo se desmaya. En la ambulancia, le dice a Roark sus últimas palabras antes de morir: “Howard, toda idea nueva en el mundo viene de la mente de algún hombre … ¿y sabes el precio que él tiene que pagar por ello? ”
Luego de la muerte de su jefe, Howard se encuentra lleno de deudas, si

El Crítico de Arquitectura del Diario “The Banner, el Sr. Ellsworth Toohey (Robert Douglas) habla con su Directo

Por la noche, Francon y Keating rompen su noviazgo con una frialdad increíble. A Keating sólo le importa construir el Security Bank y en cuanto a Francon, ella nunca ha estado enamorada de él. El zorro Wynand se lanza con todo, le gusta esa mujer. Sin embargo ella le responde de la siguiente manera:

Srta. Francon: Debo ser una de esas histéricas de las que oye hablar. Una mujer completamente incapaz de sentir. Estuve comprometida con Peter Keating porque fue la persona más insignificante que pude encontrar. Y sabía que jamás me enamoraría.
Sr.Wynand: ¿Nunca ha amado a nadie?
Srta. Francon: No y jamás lo haré. Si me enamorara, sería como una estatua. Lo sé. Lo acepto.
Sr.Wynand: Quiero que se case conmigo.
Srta. Francon: Si algún día decido castigarme a mí misma por una culpa terrible me casaré con usted.
Sr.Wynand: Esperaré. No me importa que razón escoja para hacerlo.
La Srta Francon se va de la ciudad p

Por la noche, Francon sólo piensa en las manos y el rostro de ese desconocido obrero. Al día siguiente vuelve a visitar la cantera. Lo busca a Roark por todos lados y no lo encuentra. Él ya llevo rato mirando el detalle de su cuerpo de ella. Cuando por fin ella se percata de la mirada de él, le dice lo siguiente:
Srta. Francon: ¿Por qué siempre me está mirando?

Roark: Por la misma razón que usted me ha estado mirando a mí.
Srta. Francon: No sé a qué se refiere.
Roark: Si no lo supiera, estaría mucho más sorprendida y mucho menos enojada, Srta Francon.
Srta. Francon: Entonces conoce mi nombre.
Roark: Lo ha anunciado en forma bien audible ayer cuando conversaba con el capataz.
Srta. Francon: Mejor que no sea insolente. Puedo hacer que lo despidan en un segundo.
Roark: ¿Llamo al capataz?
Srta. Francon: No, claro que no. Pero ya sabe quién soy, mejor deje de mirarme cuando yo venga aquí. Podrían malinterpretarlo.
Roark: No lo creo.
La Srta. Francon vuelve a su cuarto, no deja de pensar en el desconocido obrero de la Cantera. Se le ocurre una idea, romper el piso de mármol de su cuarto para luego llamar a la Cantera y le envíen a dicho obrero que le haga el arreglo respectivo. Conversan por largo rato, Francon adopta actitudes coquetas pero Roark está impasible. Roark se marcha. Al otro día ella vuelve a llamarlo. De la cantera le envían a un chatito y gordito. Francon se molesta porque ella quiere al hombre alto. La mañana siguiente, Francon va con su caballo en busca de Roark. No le encuentra en la cantera pero si por un camino a la salida de este lugar, le increpa porque no fue arreglar el mármol. Él le respon

Esa misma noche Roark encuentra en su habitación una carta con una propuesta de trabajo de un Sr. Enright que dice haber visto sus edificios. En el acto parte hacia New York. A la mañana siguiente, la Srta Francon lo está buscando por toda la cantera pero el capataz le dice que el hombre alto ya renunció y se fue. Francon se ha quedado sin saber el nombre del hombre alto.
Pasa el tiempo y la Casa Enright se está edificando bajo los parámetros originales de Roark. El periódico “The Banner” y su feroz crítico, el Sr. Toohey, se están encargando de poner a la comunidad en contra de dicha construcción. La Srta. Francon renuncia al periódico porque ella dice que ese edificio es fruto de una mente genial, que cuanto le gustaria conocer al creador de ese logro arquitectónico magnífico. Lo que ella no sabe es que el obrero alto es igual a Howard Roark.
Una vez terminada la Casa Enright, se hace una fiesta por la inauguración

Srta. Francon: Yo admiro su trabajo más que nada que haya visto. Comprenderá que esto no es un vínculo, sino un abismo entre nosotros. Desearía jamás haber visto su edificio. Las cosas que admiramos o queremos son las que nos esclavizan y no soy fácil de dominar.
Roark: Eso depende de la fuerza de su adversario, Srta. Francon.
Roark se sonrie y se va, una vez que dice esto.
Horas más tarde, todos

Howard Roark: Esperaba que vinieras.
Dominique Francon: Yo no sabía tu nombre. Tú sabias el mío. Pero no has tratado de buscarme en todos estos meses.
Howard Roark: Quería que tú me encontraras y que tuvieras que venir a mí.
Dominique Francon: Si te complace saber que me estás venciendo … yo te daré una satisfacción aún mayor. Te amo, Roark. ¿Te complacería oír que he vivido atormentada todos estos meses? Esperando no encontrarte nunca y deseando dar mi vida sólo para verte una vez más. Pero tú sabías eso, claro. Eso era lo que querías que yo viviera.
Howard Roark: Si.
Dominique Francon: ¿Por qué no te ríes de mí? Ganaste. No me queda ningún orgullo que me detenga. Te amo sin dignidad y sin arrepentimiento. Vine a decirte esto … y a decirte que jamás me volverás a ver. Howard Roark: Quieres saber si puedes hacerme sufrir o no, ¿verdad

Dominique Francon: Roark, tú eres todo lo que siempre he querido. Y por eso había esperado jamás conocer a nadie como tú. Yo misma renunciaré a ti ahora en lugar de verte destruido … por un mundo contra el que no podrás.
Howard Roark: ¿Por qué tienes miedo?
Dominique Francon: Sé lo que te harán. Tuviste la genialidad que hizo la Casa Enright. Pero trabajabas como un reo en una cantera de granito.
Howard Roark: Yo decidí hacerlo.
Dominique Francon: ¿Por qué?
Howard Roark: ¿No sabes por qué?
Dominique Francon: Sí. Porque no te conformarás. Te volverán a llevar abajo. Sólo podrás esperar una cantera de piedra.
Howard Roark: Salí de la cantera.
Dominique Francon: ¿Sí? ¿Crees que la Casa Enright es tu comienzo? Es tu sentencia de muerte. ¿Te ha buscado otro cliente?
Howard Roark: No.
Dominique Francon: No lo

Se besan.
Howard Roark: ¿Quieres dejarme? Yo te he amado desde el momento en que te vi y tú lo sabías. Trataste de escaparte de eso. Tenía que dejar que aprendieras a aceptarlo. ¿Me vas a dejar?
Dominique Francon: Sí.
Howard Roark: No te detendré.
Dominique Francon: Roark, ¿no ves? Yo no quiero dejarte. ¿Te casarías conmigo? Quiero quedarme contigo. Tomaremos una casa en una ciudad pequeña y yo la cuidaré para ti. No te rías. Puedo hacerlo. Cocinaré, lavaré tu ropa, fregaré el piso y tú dejarás la arquitectura. Si la dejas, me quedaré contigo para siempre … pero no puedo soportar quedarme y verte yend

Howard Roark: Ojalá pudiera decirte que eso es una tentación.
Dominique Francon: Roark, ¿si o no?
Howard Roark: No. Debes aprenderle a no temer al mundo, a no prestarle atención. Debo dejar que aprendas eso. Cuando lo hayas aprendido, regresarás a mi. Ellos no me destruirán, Dominique. Te esperaré. Te amo. Lo estoy diciendo ahora por todos los años que tendremos que esperar.
Dominique Francon: Haría lo que fuera para escapar de ti.
No pasan ni días y Dominique le dice al Sr. Wynand que acepta su antigua proposición de matrimonio. El zorro Wynand es ahora un hombre inmensamente feliz, ella no porque no lo ama.

Roark es choteado por varios proyectos. Va de tumbo en tumbo y lo peor es que una mañana observa desde un edificio que del Hotel Saint Charles sale la reciente pareja casada el Sr. y la Sra. Wynand. Roark no agacha la cabeza y sigue adelante. Le proponen que haga la construcción de una gasolinera y ahí empieza una racha de éxitos. Tiendas, granjas, residenciales hasta llegar a edificios y fábricas. Roark ya es una celebridad y declara a la prensa que “En todos esos años siempre encontró algún hombre que quería su trabajo, alguien que veía por sus propios ojos y pensaba con su propio cerebro. Esos hombres serán raros, desconocidos, pero ellos mueve

En medio de ese éxito, el Sr. Wynand lo manda llamar. Quiere que construya una casa de campo para él y la Sra. Wynand. Reconoce que Roark es un hombre de valor y se siente feliz como cuando era joven y pensaba que la honestidad era posible. Roark acepta, sabiendo que va reencontrarse con Dominique, pero él no le huye a nada ni a nadie.
¿Qué ocurrirá luego?. Una serie de sucesos inesperados están por ocurrir.
La seguridad en si mismo que los hombres podamos tener hace que llamemos la atención en las mujeres. De igual forma ocurre cuando los hombres conocemos a una mujer decidida y segura de si misma. Hay una leyenda urbana que circula diciendo que los hombres les tenemos miedo a las mujeres decididas, valientes, sinceras e inteligentes. Es que acaso nos gustan más las mujeres que “no dicen lo que sienten ni hacen lo que piensan”, en otras palabras las “mujeres que no quieren ser felices”.
Hace unos días debatiend

Si yo -personalmente, Minuet- tuviese que responder a esta pregunta que haces, mi respuesta sería, "David, te puedo asegurar que yo si digo, tanto lo que deseo como lo que pienso y sí, quiero ser feliz, al menos, pensar que he pedido para que sepan lo que me tienen que dar,- sin adivinanzas-, al menos no culparme de que el resto deba adivinar lo que necesito para ser feliz" (incluso esto me llega a parecer una falta de respeto hacía la otra persona, el someterla a pruebas de adivinanzas y de caprichos) pero esa sería mi contestación y por desgracia, la de una minoría de mujeres.
Es cierto que siguen siendo mayoría las mujeres que esperan ser cortejadas, que esperan que los hombres imaginéis que debéis decir, hacer, como y donde debéis tocar para darles aquello que desean, una tortura para vosotros, pe

Aun así, te diré que los hombres tenéis mucha tendencia a huir, a salir corriendo, de las mujeres que decimos a las claras lo que queremos, y lo que nos gusta.. creo que en el fondo, las preferís, calladitas y modositas..jajaj.. desde luego a mi me han dicho muchos hombres (amigos y compañeros algunos de ellos) que "a los chicos les da respeto y miedo entrarte, Minu".
Así que tu pregunta tiene respuesta clara, pero a su vez, hace que se convierta en una pescadilla que se muerde la cola y me encantaría intentar desenrollarla:
"¿que es lo que en realidad os gusta de una mujer a la mayoría de los hombres: que seamos claras o que seamos mas tímidas?"...
A mí en particu

No pasa lo mismo con Natalie Portman y la gran Bette Davis. Ambas viven la película, actúan con pasión, intensidad, les gusta lo que hacen. Uno las ve y dice

Para muestra dos botones: “Todo sobre Eva” (All About Eve - Dirigida por Joseph Mankiewicz – USA 1950) y “El cielo y tú” (All this, and heaven too - Dirigida por Anatole Litvak – USA 1940).
Antes de hablar en torno a “Todo sobre Eva” debo decirles que es una joya del cine, si no la han visto ya es hora de que comp

Una cinta impresionante en diálogos donde Bette Davis para variar se luce. Son tantos los que ella dice, que he escogido la que más impacta y precisamente habla sobre las mujeres: “Curiosa esta vida nuestra. Las cosas que se dejan caer al subir la escalera para subir más deprisa, olvidando que se

La otra película “El cielo y tú” nos cuenta




Henriette cuenta detalle por detalle todo lo que pasó. Sus alumnas escuchan y deben tomar una decisión sobre seguir fastidiando o no a su profesora. En cuanto a Henriette debe tomar una decisión respecto a como afrontar su futuro.
Sencillamente otra excelente película la que nos brinda Bette Davis.