Sólo los amantes sobreviven (2013)

Adam (Tom Hiddleston) es un músico ‘underground’ deprimido y decepcionado por la situación que está viviendo a consecuencia de las últimas actividades humanas. Adam y Eve (Tilda Swinton), su amante desde hace siglos, son dos vampiros apasionados por la literatura y la música que luchan por sobrevivir en un mundo donde los seres humanos son simples zombies cuya sangre es incomestible para ellos. Pero el feliz romance pronto se ve alterado por la llegada de la incontrolable hermana pequeña de Ava (Mia Wasikowska), que intentará por todos los medios acabar con su relación.

Calificación: 7,532.

Tráiler de la Película

Ficha:

Título Original: Only Lovers Left Alive.
Director: Jim Jarmusch.
Guionista: Jim Jarmusch.
Intérpretes: Tom Hiddleston, Tilda Swinton, Mia Wasikowska, John Hurt, Anton Yelchin, Jeffrey Wright, Slimane Dazi, Carter Logan, Aurelie Thepaut, Ali Amine, Fouad El Achaari, Hawchi Mustapha.
Productores: Reinhard Brundig, Jeremy Thomas.
Fotografía: Yorick Le Saux.
Música: Carter Logan (SQÜRL), Jozef van Wissem.
Montaje: Affonso Gonçalves.
Diseño de Producción: Marco Bittner Rosser.
Diseño de Vestuario: Bina Daigeler.
Países: Reino Unido, Alemania, Grecia.
Lugares de Rodaje: Detroit (Estados Unidos); Hamburgo, Colonia (Alemania); Tánger (Marruecos).
Fechas de Rodaje: De 08-07-2012 a 11-09-2012.
Año: 2013.
Duración: 123 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 12 años.
Género: Drama, Fantástica, Romántica, Terror.
Estreno: 13-06-2014.
DVD (Venta):
Distribuidora: Vértigo Films, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.
Visitas: 0.

Crítica:

19-06-2014 – JOSU EGUREN

A 45 rpm

Un relato vampírico a 45 rpm surcado por una miríada de anotaciones cultas que reivindican un sentido etimológico del romanticismo ligado a la nostalgia y el ‘angst’ existencial. O la historia de occidente desde su origen, a través de los ojos, las voces y los cuerpos fatigados de dos criaturas eternas que han recorrido juntas un período indefinido en el que se superponen la literatura de Christopher Marlowe, Julio Verne y David Foster Wallace. Deducir las intenciones de Jarmusch a través de la lectura parcial de sus referencias nos sitúa frente a una encrucijada reduccionista desde la que se intuyen dos interpretaciones antagónicas: o bien nos enfrentamos a un ejercicio de pedantería hueca y compulsiva, o nos dejamos arrebatar por una propuesta que imagina un hipotético equivalente a la Blooms Night, de James Joyce, atrapada entre los muros de una estancia cerrada.

La obviedad del diagrama científico-cultural sobre el que sostiene la obra de Jarmusch es una puerta abierta a la parodia tan o más tentadora que la de “Nymphomaniac” (Lars von Trier, 2013), pero nos obliga a comprender el porqué de la invocación de los espíritus gemelos en los que ve reflejada su propia identidad. Jarmusch se afirma a través de la cita, el troleo cultural de corte humorístico y los diálogos hilvanados mediante secuencias de cadencia poética, extrayendo el néctar de sus conquistas en las ruinas de una Detroit deprimida que sirve como analogía de los Cárpatos de la posmodernidad. En más de un sentido, toda la película es un pretexto para multiplicar el efecto discursivo de una escena final que es invitación clara y directa al mestizaje y la regeneración de una estirpe creativa debilitada por una consanguinidad hemofílica, o la negación de sí misma, incluido su aparato referencial. Quizá haya que resolver el dilema indagando en la simetría entre los protagonistas de “Io e te” (2012) de Bernardo Bertolucci, y los amantes inmortales da Jarmusch.