En el año 1752, Joshua y Naomi Collins, con su joven hijo Barnabas, zarpan de Liverpool, Inglaterra, para iniciar una nueva vida en América. Pero incluso un océano tan vasto no es suficiente para escapar a la misteriosa maldición que ha supuesto una plaga para su familia. Pasan dos décadas y Barnabas (Johnny Depp) tiene el mundo a sus pies, o por lo menos la ciudad de Collinsport, Maine. Barnabas es rico, poderoso, el dueño de Collinwood Manor, e un inveterado playboy... hasta que comete el grave error de romper el corazón de Angelique Bouchard (Eva Green). Angelique, que es una bruja en todos los sentidos de la palabra, le condena a un destino peor que la muerte: le convierte en un vampiro y después le entierra vivo.
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