Somewhere
"Somewhere" comienza con una cámara fija mostrando un espacio indeterminado que descubrimos como una especie de circuito cerrado en medio de la nada cuando escuchamos el rugido de un motor y, de vez en cuando, vemos pasar un ferrari negro... Tras cinco vueltas a este circuito, el protagonista se baja del coche y comienza la película... Digo esto, porque el resto de la película es igual... Planos interminables y conceptuales en algunos casos y situaciones donde aparentemente no ocurre nada, pero que nos permite captar la agonía interna que sufre el personaje protagonista... Para algunos, un rollo de película "moderna", para otros, un ejercicio de estilo... De todos modos, es el estilo de Sofia Coppola, una directora coherente y de gran sentido estético.
Stephen Dorff
interpreta a Johnny Marco,
una estrella de Hollywood
Entonces, se encuentra con que tiene que hacerse cargo de una hija a la que ve esporádicamente y de la cual se preocupa más bien poco y... ¡Sorpresa!, su vida se llena durante este tiempo. Este hecho, ayuda a descubrir a nuestro protagonista que no tiene a nadie... Y es que, si no compartes nada en tu vida, pues no eres nadie.
El protagonista se queda dormido
mientras estas dos gemelas le
hacen un striptease...
¿Puede esto ocurrir?
Como ya dije antes, el ritmo de la película es muy lento y además está contado con muy poca intensidad, con mucha contención. Hay una gran cantidad de planos donde no pasa nada lo que me hace afirmar que esta película es bastante aburrida en algunos momentos. No me parece una densa película profunda, me parece una lenta y aburrida historia, enormemente parecida a "Lost in Translation", la película que más repercusión tuvo de esta directora y que tampoco me parecía nada del otro mundo, aunque mejor que esta, entre otras cosas, porque Bill Murray le da sopas con honda a Stephen Dorff.
Padre e hija disfrutando de momentos
que hasta ahora no habían vivido
Mi Ferrari y yo...
En resumen, "Somewhere" es una película que, de seguro, no dejará indiferente al espectador. Es una película honesta y clara desde el principio y cuyas virtudes alabadas por sus defensores son las mismas que los defectos que ven sus detractores. Muestra un mundo muy particular y que yo no conozco, así que quizás por eso, la película no me haya gustado demasiado, ya que no comprendo el vacío que siente el protagonista por mucho que se afanen en explicármelo. Además es una película excesivamente lenta en su puesta en escena. Si tuviese que definirla con un adjetivo, la catalogaría como película pija. Especialmente recomendable para las personas que hayan seguido a Sofia Coppola y les guste su particular visión del mundo. Para todos los demás, creo que es una película prescindible por mucho León de Oro que se haya llevado en La Mostra. Y pensar que el jurado consideró mejor esta película que la genial "Cisne negro"... Cosas del cine...© Hablando de pelis