Muchas de las veces que estoy frente a mis alumnos para compartir con ellos cuestiones sobre biología, ecología o química, me pregunto qué les quedará de todo lo que hablo. Pienso qué de eso que les cuento podrán disfrutar, experimentar –a través de mi relato-; y también, si algo de lo que suelo decir, llegará a tocar sus fibras interiores al igual que me ocurre a mí. La docencia es difícil, sin dudas, pero es maravillosa. Y si bien estos análisis pueden llevar al desánimo en algunas oportunidades, también pueden impulsarnos a buscar alternativas; nuevas formas de trasmitir las cosas… Estaba en esta tarea cuando descubrí el proyecto sobre el que les hablaré y que también les contaré a mis alumnos cuando aborde el tema de la biodiversidad. Creo que en este caso, el sonido les “hará ruido”.
Fragmentos de extinción: arte sonoro ambiental
¿Qué tan grave es la cuestión de la extinción?
Según las últimas predicciones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la mitad de las especies del planeta se habrán extinguido a finales de este siglo. Probablemente gran parte de ellas nunca serán descubiertas debido a que la tasa global actual de extinción es de entre 100 y 1.000 veces mayor de lo que sería naturalmente. De allí la importancia de grabar muestras de sonidos de estos diversos y únicos, además de frágiles, ecosistemas.
Sonidos únicos y desconocidos
El equipo de este proyecto viaja por diversos ecosistemas del mundo captando sus características más intangibles: los sonidos. Se trata de sonidos desconocidos y únicos que pretenden ser grabados antes de que se pierdan para siempre. Según sus miembros, el escenario acústico de estos ecosistemas es prácticamente desconocido. A pesar de que la eco-acústica revela de forma sorprendente el orden y equilibrio de estas selvas, el sonido es el gran elemento subestimado en la dinámica natural de los ecosistemas. Hasta este, no existía ningún proyecto parecido, y en unas pocas décadas estas grabaciones constituirán importantes fragmentos de una herencia acústica.
Las grabaciones se han llevado a cabo en tres áreas representativas de selvas tropicales primarias: en el Amazonas, en África y en Borneo. La razón por la que se han elegido estas selvas es porque el bioma de las selvas ecuatoriales integra a los ecosistemas más complejos de la Tierra. Debido al ecuador, en esos lugares los ritmos circadianos son regulares y uniformes.
En rojo se encuentran señaladas las selvas tropicales donde se realizaron las grabaciones.
Si nunca has estado en una selva tropical, te invitamos a colocarte los auriculares y a disfrutar de una experiencia sonora maravillosa. Pincha aquí y elige el lugar a donde te quieras trasladar.
Trabajo multidisciplinario
Fragmentos de Extinción es una organización sin ánimo que incluye expertos de diferentes disciplinas como la ciencia, el arte, la ingeniería de sonido, diseño de exposiciones y la comunicación. Sobre la base de ideas y métodos desarrollados en el proyecto de investigación a largo plazo que se inició en 2001, este grupo de 12 personas colaboran para promover exposiciones de arte educativas sobre el patrimonio inmaterial de los ecosistemas primarios. El fundador y director del proyecto es David Monacchi, un artista sonoro italiano, compositor, investigador y eco-acústico. Es actualmente profesor de electroacústica en el Conservatorio “G. Rossini “de Pesaro en Italia. Ha desarrollado el proyecto durante casi 15 años, realizando investigaciones de campo en las áreas del mundo donde se hallan las últimas selvas ecuatoriales primarias. Monacchi es pionero en un nuevo enfoque basado en la composición de paisajes sonoros con grabaciones en 3D de los ecosistemas para fomentar el discurso sobre la crisis de la biodiversidad.
Música Eco-Acústica
El arte sonoro puede contribuir a sensibilizar sobre este proceso de extinción que está ocurriendo. Concientizar masivamente al público puede influir en las decisiones de los gobiernos para implementar políticas de conservación global. Es así que David Monacchi, utiliza estos fragmentos de sonido virgen para crear nuevas composiciones, música Eco-Acústica. En el siguiente video podemos disfrutar de un fragmento de sus creaciones.
La imagen muestra un espectrograma donde en el eje horizontal se muestra el tiempo (de izquierda a derecha) y en el eje vertical el rango de frecuencias audible que va desde los 20 a los 20 K en Hertz. Los colores representan una escala de energía acústica que va desde el silencio (negro) a los 70 dB (amarillo). Este extracto muestra la parte central (de tres minutos) de una pieza. Al comienzo, que se muestra en el lado izquierdo, se oyen las frecuencias de los nichos de las especies dentro de estos densos hábitats vírgenes. A continuación, la grabación original es filtrada progresivamente, comenzando por las frecuencias bajas, con excepción de los insectos y los murciélagos inaudibles. Alrededor de la mitad, un desplazamiento de frecuencia logarítmica del ancho de banda más alto trae los gestos sonoros inaudibles de murciélagos hacia abajo, a una zona perceptible del espectro. A continuación, sigue la integración con varias transformadas… Así es la creación.
Ojalá hayan disfrutado de esta experiencia sonora tanto como yo…
por Cecilia Di PrinzioBiotecnóloga, docente y con ganas de hacer cosas para construir un mejor mañana.
@cecidiprinzio
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