El apio nabo como podéis ver en estas fotos es una raíz bastante curiosa. Pesa alrededor de un kilo y según cuentan tiene muchas propiedades beneficiosas para el organismo. Pero lo que yo quiero contaros es la divertida peripecia de este en concreto, de hecho yo nunca me había reído tanto en un control de un aeropuerto, y he hecho unos cuantos a lo largo de mi vida. Lo traje en una bolsa colgada del hombro, así que tuvo que pasar varios controles... y claro... una cosa de estas, que no se identifica con cosas habituales, metida dentro de una bolsa de tela, despierta muchas suspicacias, así que por donde pasaba preguntaban ¿de quien es esta bolsa? Y al acercarme y enseñarle lo que era, la cara de sorpresa y la carcajada era general. De este viaje por esto y por el ambiente que viví en los mercadillos navideños, he sacado la conclusión que los alemanes también son muy divertidos. Y curiosos, porque yo había traído el mismo producto con la misma bolsa , en dos ocasiones anteriores, desde París y desde Burdeos y nadie me dijo nada. Seguramente estaban más familiarizados con el apio nabo.
Ingredientes:
- 1 ramo de tomillo
- 2 hojas de laurel
- 1 cebolla
- Sal
- Pimienta blanca
- 1 diente de ajo
- 1 apio nabo de un kilo +-
- 200 g de patatas
- 1 litro de caldo se pollo o verduras
- 100 ml de leche evaporado o alguna crema vegetal
- 1 cucharada de crema de trufa
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Pimienta negra
- 50 g de avellanas tostadas
- Aceite de oliva virgen
Elaboración:
- Ponemos al fuego una cazuela amplia con un chorrito de aceite de oliva virgen, añadimos la cebolla picada, una pizca de sal y un atado, hecho con unas ramitas de tomillo y las hojas de laurel. Cocinamos a fuego suave durante 10 minutos.
- Agregamos el ajo picadito y sofreímos 1 minuto. Incorporamos el apio nabo cortado en dados, y las patatas también cortadas en taquitos. Sazonamos con sal y pimienta blanca, removemos, cubrimos con el caldo y llevamos a ebullición, dejamos cocer a fuego lento de 20 a 25 minutos.
- Mientras preparamos el aceite de trufa, que no es más que aceite de oliva (2 cucharadas) mezclada con crema de trufa (1 cucharada), es una mezcla de sabor espectacular.
- Una vez q1ue comprobamos que las verduras están en su punto, desechamos las hierbas y trituramos, incorporamos la crema y volvemos a triturar hasta que esté completamente suave. ahora añadimos poco a poco unas gotitas de aceite de trufa y probamos hasta que esté a nuestro gusto, porque el sabor que e aporta es brutal.
- Servimos con las avellanas, un poquito de pimienta negra y un chorrito extra de aceite de trufa.
Y como parece ser que viene frío, cremas y sopas que no falten, que seguro que nos van a dar mucho juego, para ello aquí os dejo otras dos ideas muy invernales y muy asequibles:
https://www.cousasdemilia.com/2015/02/crema-de-col-con-crujiente-de-jamon.html
https://www.cousasdemilia.com/2015/12/crema-de-brocoli.html
¡Sed todo lo felices que podáis!