2012 fue el año en el que Marvel decidió que había llegado el momento de romper su “última” barrera. Con más de diez años de línea Ultimate y docenas de viajeros dimensionales en cada universo del mundo Marvel, jamás habíamos visto un cruce entre su mundo principal (lo que venimos llamando Tierra-616) y el mundo Ultimate. Si al principio la línea Ultimate, además de actualizar la historia de los personajes de Marvel para recoger a los fans creados por el Spiderman de Raimi y los X-Men de Singer, poco a poco la línea Ultimate se fue convirtiendo en una especie de experimento donde los guionistas podían hacer cosas que no se atrevían a hacer en la línea principal. Y esto se ha ido radicalizando mientras que la línea 616 se iba “ultimatizando”. Si en Marvel 616 hemos visto a la Bruja Escarlata destruir a los Vengadores, al Capitán América morir tras un enfrentamiento entre los héroes, a Norman Osborn convertido en líder del mundo libre; en Ultimate hemos visto como las peores pesadillas de Xavier se hacían realidad, hemos visto a Reed Richards convertirse en el villano que yo siempre he sabido que era. Y hemos visto morir a Peter Parker.
Y eso es lo que ha llevado a la publicación de Spidermen, como he dicho antes, el viaje más allá de la última barrera, la serie limitada que nos ha permitido ver al Spiderman de toda la vida (Peter Parker de Tierra 616) viajar al Universo Ultimate y encontrarse no sólo con el nuevo Spiderman, Miles Morales, sino con buena parte de la galería de héroes de este mundo, los Ultimates de Nick Furia. Y para ello, se ha
contado con el guionista más prolífico y de mayor peso (para consuelo de muchos y disgusto de no menos) de Marvel, Brian Michael Bendis, y la dibujante habitual de la colección del Spiderman definitivo, Sara Picelli. Y si en principio el concepto podría ser casi un terremoto, la verdad es que al final se ha quedado en poquita cosa, al menos a priori.Y es que a la hora de explorar este encuentro, Bendis ha querido recurrir más a lo sentimental que a lo heroico, es decir, tenemos muchos más diálogos que acción (y eso no es malo, que Bendis tiene diálogos sencillamente brillantes), y momentos entrañables, como el encuentro de la Tía May y la Gwen Stacy del mundo Ultimate con Peter Parker, un Peter Parker que en ese mundo ha muerto; o los momentos en los que Peter ejerce de tutor del nuevo (y prometedor) Spiderman Ultimate. El villano que ha estado tras este encuentro ha sido Mysterio, lo que en los primeros números de la serie favoreció la confusión de los héroes, ya que cuando este villano anda de por medio, definir lo que es real tiende a complicarse; pero cuando ha llegado el momento de la verdad… lo cierto es que Mysterio se ha quedado un poco a medio gas de lo que podría haber sido un encuentro de este calibre.
La que ha estado realmente brillante en este encuentro ha sido, sin duda, Sara Picelli, que nos brinda al que (para mi gusto) es uno de los mejores Spiderman (o Spidermen) en muchos años. Una lástima que al final el cómic se queda en entretenido.