Por qué ir a Anuradhapura
A todos aquellos que crecieron con Indiana Jones o disfrutaron sus películas, en esta ciudad se sentirán como si parte de una película de Indiana. De hecho Indiana Jones y el templo maldito se filmó parcialmente en Sri Lanka. Moverse entre las ruinas de los templos y los palacios medio enterrados debajo de los árboles y vegetación es viajar al pasado y dar riendas sueltas a tu imaginación para ver cómo serían aquellas magníficas construcciones en medio de la selva y cómo sería el modo de vida de los habitantes de la ciudad.
Templo hinduista en la parte nuevaa
Cómo llegar desde Negombo
Hay varias autobuses desde Negombo a Anuradhapura, los cuales pueden ser directos o con transferencia en diferentes ciudades. Si vais a preguntar por horarios lo mejor es olvidaros de ellos un poco de ellos y simplemente ir y relajaros, ya que el sistema de transporte es diferente al nuestro en Europa, si bien algunas líneas tienen ciertas horas por las que pasan, en la mayoría de los casos no es así y solo toca esperar. En general en ciudades importantes suele haber autobuses con mucha frecuencia, y más si el autobús ya está lleno o a llenándose. Si eres de los que se estresan al no saber horarios o cuanto vas a tener que esperar, pues bueno siempre tienes la opción de viajar en tuk tuk o alquilar un coche, aunque la verdad ninguno de los dos es necesario y también es interesante experimentar el modo de vida local.
Nuestro autobús hacía parada en Wariyapola, la verdad es que el viaje fue dentro de lo que cabe “bastante rápido” (considerando que todo va muy lento) ya que el autobús que habíamos escogido salió al poco de subirnos al mismo y cuando cambiamos de autobús en Wariyapola, tuvimos tiempo sólo de localizar el autobús y sentarnos antes de que saliera el siguiente. Los autobuses son también mini mercadillos, ya que en cada parada se suben los vendedores ambulantes con sus productos vendiendo todo tipo de cosas, desde comida, bebidas, hasta libros para aprender a hacer matemáticas o pintar. Ante todo que se promocione la cultura. El autobús tiene varias parada en la ciudad nueva de Anuradhapura, en cual bajar ya depende a donde vayas. En nuestro caso nos bajamos en la siguiente parada después de la estación, aunque bien nos habría valido en la misma estación.
Cómo ya habíamos comentado no teníamos donde alojarnos este par de días, así que comenzamos a buscar por las calles algún alojamiento. En un principio habíamos visto algunos antes en internet y sabíamos donde se situaban, aunque si vas caminando por las calles puedes ver varias señales con alojamientos, lo bueno es que en varios países de Asia puedes negociar los precios en persona del alojamiento y ver además las habitaciones antes de alquilarlas, lo cual la verdad ayuda a decidirte. En internet suele haber fotos muy idílicas de los alojamientos o no te dan realmente una idea de cómo son.
Tuk tuk, sir?
Alguien puede pensar que para estándares occidentales los precios ya son muy bajos y que no merece la pena negociarlos y que de esta forma estás ayudando a la economía local. Pues diré que si y que no, por un lado los precios que se ofrecen a los turistas suelen ser muy elevados en el caso de Sri Lanka en algunos casos la diferencia alcanza un 1000% sobre el valor que se les ofrece a la gente autóctona, y aún así sigue siendo barato para nuestros estándares occidentales. En algunos casos no me importa pagar esos precios como por ejemplo entradas a museos o patrimonios culturales, porque claramente puedes ver que el gobierno no tiene suficiente dinero para conservar dichos s o piezas de valor incalculable y para poder conservarlas para las próximas generaciones realmente necesitan la ayuda de los turistas. Al mismo tiempo campesinos locales que venden sus productos en los mercados pues siempre suelo negociar para no acabar pagando más que en Europa, la picaresca siempre existe, pero tan pronto como consigo un precio decente igual sin pelearme por un euro arriba o abajo paro ya que esto a nosotros no supone una gran diferencia pero para ellos es una gran diferencia. ¿Dónde suelo negociar precios? Pues obviamente en sitios que están centrados en turistas extranjeros donde ya han explotado bastante el negocio y lo que hace muchas veces es favorecer solo a los dueños de los mismos, pero no revierte en la comunidad y en algunos casos dificulta la vida de las mismas. Me explico, al tener pocas personas más dinero, en este caso imaginemos los 100 dueños de alojamientos de Anuradhapura, estos tendrán más poder de compra, así pues podrán acaparar más bienes, al haber menos bienes en el mercado los precios subirían para el resto. La ley de la oferta y de la demanda de toda la vida. En algunos lugares del planeta especialmente en países en vía de desarrollo, ya ha acontecido que las personas autóctonas se han tenido que ir para dejarle sitio a la industria del turismo ya que no podían pagar los precios extranjeros en su propia localidad.
Al final encontramos un alojamiento muy bueno para estar un par de noches y a muy buen precio y con ventilador en el techo, cerca de la calle freeman. Los alojamientos en Sri Lanka los dividen en tres tipos, con aire acondicionado, con ventilador (en el techo o no) y sin nada. Sri Lanka tiene un clima tropical, así que la humedad es muy grande lo cual hace que dormir por las noches en un cuarto sin ventilación es muy difícil si no estás acostumbrado. Si tenéis ventanas y mosquiteras en la cama, siempre podéis dejar las ventanas abiertas y podréis sobrevivir la noche. Si no tenéis ventanas, lo mejor es tener como mínimo un ventilador en el cuarto.
Caminando por la Pagoda
La primera noche fuimos a comer a un restaurante local en la zona cerca de la estación de autobuses. Nuestro primer arroz con curry de nuestro viaje. Por apenas unos euros, puedes comer como los locales y un plato bastante grande. Tienes varias opciones donde escoger tu comida. La comida era picante, así que si no estás acostumbrado te aparecerá infernal, de hecho nos pasó más tarde de tener ardor de estómago en otros lugares… pero eso es otra historia. También descubrimos la EGB, no el antiguo sistema de enseñanza español, si no una bebida de jengibre que nos acompañaría en todas las comidas por la isla.
Una cosa a tener en cuenta es la iluminación y la falta de aceras. Una vez que se hace de noche apenas existen farolas y en muchos de los casos para caminar por la ciudad no existen aceras que te separen del tráfico y estás caminando por la carretera, así pues es importante tener alguna linterna para ir iluminando tu camino e indicar a los coches tu presencia.
A la mañana siguiente nos levantamos tempranos para ir a ver la ciudad vieja. Realmente no encontramos nada de interés en la ciudad nueva que mereciera la pena visitar. La ciudad es realmente “nueva” ya que su crecimiento data de los años 1950.
Alrededor de Lankarama
Desde la ciudad nueva a la vieja existe una distancia de ocho kilómetros y un único punto de acceso donde comprar las entradas. Ten en cuenta que puedes ver varias zonas de la misma gratuitamente, pero para ver el museo y los lugares más icónicos tienes que pagar entrada. Así pues es mejor comprarla en la entrada, ya que no se puede comprar más tarde. Desde nuestro hotel fuimos caminando a la ciudad, pero el calor y la humedad estaba siendo agobiante y al cabo de un rato Ale, que no estaba acostumbrada a la humedad, estaba cansada de caminar debajo del sol. A falta de un par de kilómetros para llegar a nuestro destino nos encontramos con un conductor de Tuk tuk el cual nos ofreció servir de guía por la ciudad vieja y llevarnos en su transporte. Después de hablar con él un rato acordamos un precio por la visita guiada y nos subimos al tuk tuk en dirección a la ciudad vieja. La entrada a Anuradhapura costó 3600 rupias unos 23 euros al cambio. En el museo de la ciudad puedes conocer un poco más la historia de sus habitantes, aunque es pequeño tiene varias curiosidades. Una de ellas para mí fue ver los baños públicos un sistema que filtraba los orines y evitaba el mal olor, antes de “devolverlo” a la tierra. Me resulta increíble saber que hace 2000 años ya usaban baños, en algunos lugares del mundo y que después se perdieran durante varios siglos/milenios.
La ciudad vieja en si misma, fue la principal ciudad de la isla por casi mil años hasta que en el 993 fue conquistada por invasores indios. La ciudad poseía alrededor de 10.000 monjes y docenas de monasterios, lo que lo convertía en una de las grandes ciudades monásticas que el mundo haya conocido antaño. También Anuradhapura es símbolo del avance científico de la época, cabe mencionar el sistema hidráulico de la época con diferentes depósitos de almacenaje de agua, sistemas de regadíos que hacían que la ciudad pasase el periodo de sequía sin problemas. También como curiosidad es la existencia de relaciones comerciales entre el imperio romano y la ciudad, ya que se han hallado varias monedas romanas en la ciudad.
Arbol sagrado de Bo
Si planeas estar más de un día, lo cual tiene mucho sentido si te gusta la historia/arqueología y la ciudad es de tal magnitud que puedes pasar días, es mejor ve los edificios principales que son de pago el primer día, ya que la entrada es válida para el día que la compras. El resto de los días puedes ir paseando o con una bicicleta por el área sin tener que pagar nada.
Algunos de los principales puntos de interés del centro que hemos visitados son sus Estupas, a destacar Maha Tupa, Jetavana, y el monasterio de Abhayagari, “recientemente” restauradas; los tanques de agua a destacar los tanques gemelos y el del elefante; Sri Maha Bodhi (el árbol sagrado de Bo); El Palacio de Mahasen, con su piedra lunar; El palacio de la gema, Ratna Prasada, con sus guardianes de piedra; Isurumuniya Vihara, el templo de la roca. Recorrimos todo esto en tuk tuk y bajándonos para ver los sitios y pasear un poco alrededor. Esto nos llevó casi cuatro horas y con la sensación que apenas hemos visto nada. Así que lo indicado la ciudad vale un par de días de visita si te gusta la historia.
A nuestra vuelta el conductor nos dejó al lado del pizza hut. Si, la globalización ha llegado a todas partes. Aunque nos fuimos a comer a un puesto de comida local que estaba enfrente del mismo. Donde servían unos aperitivos típicos de la zona. Todos tenían una pinta deliciosa y sabían muy bien, eso si, picaban que ni te imaginas, de hecho me tumbo por el resto del día y lo pasamos paseando por el lago cerca del hotel y en el hotel desintoxicándome de la comida picante :(
A la mañana siguiente nos esperaba nuestro viaje a Dambulla.
Templo de la roca
Piedra lunar
Mira un mono, mira otro, mira otro, mira… vale están por todos lados
Guardian de la puerta
Ruinas en Anuradhapura
Thuparamaya
La piscina de los elefantes
Ruwanwelisaya