Revista Cocina

Tarta "Cumpleaños amoroso" - Bizcocho de chocolate negro y dulce de leche

Por Carolina Sánchez Fernández @SIempredulces

Ya sé que ya ha pasado San Valentín y que por desgracia muchos ya estarán en Modo Romántico OFF, pero no quería dejar pasar estas fechas sin compartir con vosotros esta preciosa tarta que hice hace unos años. Aunque es una tarta de cumpleaños que podía haber presentado en cualquier época del año, he preferido alargar un poco la temática romántica en el blog y mostraros este pasional pastel, al que he titulado " Cumpleaños amoroso".

Tarta

Al poco de quedarme en paro, allá por principios de 2013, comencé a entretenerme con una de mis pasiones: la Repostería. Son de esas cosas que te encantan, pero que nunca tienes tiempo para dedicarte a fondo en ellas, aunque siempre tienes presentes porque te atraen muchísimo. Como estudiar Historia del Arte, otra asignatura pendiente que os aseguro que cumpliré. Así que, al tener tiempo, empecé a "repostear" con ganas. Me pasaba el día mirando vídeos y leyendo libros sobre técnicas reposteras, preparaba postres, me peleaba con el fondant y la pasta para flores, hacía tartas personalizadas para los peques y no tan peques de la familia, etc. Aunque mi intención nunca fue la de montar un negocio, muchos amigos y algunos familiares se animaron a encargarme tartas. Y gracias a ellos pude aprender y practicar un montón.

Esta tarta que os presento hoy, en concreto, me la encargó un compañero de trabajo y de equipo de rugby de mi chico. ¡Aupa San Isi!. Jeje, perdón, que me pierdo... Era el cumple de su chica y quería sorprenderla con una tarta super romántica. Ya había visto algunas fotos de algunas de mis tartas y se decidió a encargármela.

Tarta

No recuerdo bien quien propuso la forma en corazón, creo que fue idea suya. Sea como sea, me volví loca buscando un molde para cocer el bizcocho ya con la forma. En San Valentín encuentras millones de cosas en forma de corazón, pero... ¿¡en noviembre!?. Me recorrí medio Madrid y no sé cuántas ciudades del extrarradio, hasta que encontré un aro en forma de corazón con el que me pude apañar. ¡Ay!. ¡Almita de cántaro!. Si la hiciese ahora, haría un par de planchas de bizcocho y lo recortaría con un patrón. ¡Lo que hace saber un poco más!. :)

La idea de las rosas fue de mi chico. Estaba presente cuando su amigo y yo comentábamos distintas ideas para la tarta y, de repente, le vino la inspiración: "¿Y por qué no pones unas rosas de esas de pasta de azúcar? ¡Qué son muy chulas!". Supongo que en algún momento le enseñé algún vídeo o algo parecido, porque aún no sé de dónde sacó esa idea. :| Bueno, la idea era genial, pero en ese momento comenzaron a temblarme las piernecillas porque... ¡nunca había hecho una flor de azúcar!. Tuve que mirarme millones de tutoriales hasta que cogí la confianza suficiente como para ponerme a hacer las rosas. Y al final creo que quedaron mucho mejor de lo que pensaba, para ser mi primera vez.

Tarta

Sobre los sabores de la tarta, esta vez no tuve que decidir nada. El chico que me la encargó es argentino, así que sólo había una opción: tenía que ir rellena de dulce de leche. ¿Y qué puede ser más lujurioso que mezclar el dulce de leche con chocolate negro?. Creo que nada. Así que hice un bizcocho de chocolate negro, tipo " Muerte por chocolate" o "Devil's food cake", que como sus propios nombres indican, ya por si mismos provocan la muerte por gloria gustativa, y lo rellené con unas capas generosas de dulce de leche, como podéis ver en la foto. Esta vez pude probar un pequeño recorte y os aseguro que la mezcla es explosiva. ¡Pura pasión!.

Tarta

Para terminar la tarta la cubrí con una capa de crema de mantequilla roja, de forma que se formara una buena estructura para luego cubrirla con fondant. Después de alisarla, recortarla y colocarla sobre una base para tartas preciosa, rematé todo el borde con un cordón de perlas de crema de mantequilla. Ya conocéis mi rechazo a cubrir las tartas con fondant, me hubiese decantado más hacia una ganache o un brillo de chocolate, pero quien me la encargó quería que la tarta fuese de color rojo y no se me ocurrió otra forma de conseguirlo. Aunque... siempre puedes retirar el fondant y comerte el bizcocho con el relleno. ;)

El resultado fue una tarta super romántica, de la que disfrutaron un montón. Ya en su día me dijo que estaba que te morías de rica y que había triunfado con el regalo. ¿Hay algo más bello que hacer feliz a la gente y endulzarles un poquito su día a día?. Pocas cosas, creo yo... Y bueno, que ya me despido hasta la semana que viene. Ya os adelanto que esta semana no voy a estrenar ninguna sección nueva, con las " Tradiciones Siempredulces" y las " Colaboraciones Siempredulces", por ahora tengo trabajo bastante. ¡Jajajaja!. ¡Nos vemos el martes!. ¡Besotes!.


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